Los fichajes del Nàstic aprueban con nota

Los cuatro refuerzos del mercado de invierno debutaron en el primer partido del 2017 ante el CD Tenerife

19 mayo 2017 16:48 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:48
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El primer partido del año trajo cinco debuts. El primero en el banquillo. Juan Merino se estrenaba con técnico del Nàstic en el Nou Estadi. Estuvo valiente y atrevido con una disposición táctica muy ofensiva. Un dibujo que expresa su idea futbolística que se basa en la presencia de los mejores. O los que están mejor. En función de esa premisa se construye el discurso del encuentro.

Para el Tenerife, el relato contemplaba la presencia de los cuatro refuerzos. La falta de minutos de todos ellos no fue una excusa para dejarlos en el banco.

Los cuatro ofrecieron rendimiento inmediato, que es lo que se les pide a los fichajes de invierno. Cuesta que lo hagan. Si salen de sus antiguos equipos es porque no están teniendo minutos. Pero, a excepcion de Emaná, que carga además con los años, no les pasó factura en exceso.

Encantó Luismi y su posicionamiento acertado sobre el campo. Gustó Bruno Perone. Hizo lo fácil y añadió poderío físico. La expulsión afeó el buen partido de Barreiro y Emaná se reencontró con la grada

La presencia de gente nueva en el equipo ayudó a borrar cierta sensación de pesadumbrez que se asomaba en los rostros de la plantilla con cada una de las derrotas que encajaba. El empate no dejó satisfecho a nadie del club por la necesidad de sumar puntos para salir de la cola, pero las sensaciones de frescura, de mayor confianza y un aire renovado transmitieron esperanza al aficionado de poder salvar al equipo del descenso a Segunda B.

 

Manu Barreiro. Penalizado

El delantero gallego afeó su estreno con la camiseta grana con una expulsión ridícula y evitable. Se puede debatir si es rigurosa. Si el colegiado debió advertirle y sacarle del campo antes que mostrarle la segunda amarilla. Pero el futbolista también es responsable de cumplir la reglamentación.

El Nàstic presentó alegaciones a la segunda amarilla, puesto que el reglamento no deja claro que la ausencia de espinillera sea motivo de amonestación. Únicamente señala que el árbitro debe instar al futbolista a abandonar el terreno de juego para colocarse la protección.

Expulsión al margen, el de Santiago de Compostela rindió a un gran nivel. Cumplió con las expectativas que la hinchada espera de un futbolista de su categoría. Presionó la primera línea canaria, buscó cada balón aéreo con decisión, ganando muchas de las batallas y trabajó en la asociación con sus compañeros. Olió el gol. Lo rozó con la punta de la bota en un remate acrobático y complicadísimo. Imprevisible fue la parada del portero del Tenerife. Si el Comité de Competición no le retira la cartulina amarilla, su ausencia en Murcia será una baja sensible para el equipo.

 

Achille Emaná. Retornado

Achille necesitaba al Nàstic y el Nàstic necesitaba a Achille. Era la ilusión de la grada. Los hinchas granas querían volver a ver a Emaná con la elástica grana para recuperar algo de esperanza en la salvación. El camerunés notó la inactividad. Sus meses en Japón le pasan factura.

Necesita adaptarse de nuevo a la exigencia competitiva. Ha trabajado duro en el periodo vacacional. Un esfuerzo encomiable que expresa la importancia que tiene el club y el equipo para el jugador. Ese esfuerzo le acerca al estado de forma óptimo pero aún le quedan unas semanas para lograrlo.

El cansancio apareció de forma evidente a los 50 minutos y Juan Merino optó por sustituirlo. El tiempo que estuvo sobre el césped fue suficiente para volver a sentir esa sensación de pánico en el adversario cada vez que el balón le llega a los pies de Emaná. El rostro desencajado de los defensores cuando miran al frente y ven a un tren llamado Achille directo hacia ellos. Temerosos de su juego con el cuerpo, la potencia de sus piernas y la habilidad para ejecutar lo más insospechado.

Merino lo situó en la banda izquierda, pero con libertad total. Achille es un alma libre.

 

Luismi. El mejor

El fichaje con menos ruido mediático fue el más efectivo. Dominó todas las parcelas del juego. Ocupó los espacios estratégicamente, apareciendo allí donde debía. Ese excelente posicionamiento táctico le permitió recuperar muchos balones y otorgar equilibrio al equipo. Un aspecto fundamental en un dibujo con tanta presencia ofensiva. Por mucho sacrificio que tengan Uche, Emaná, Barreiro y Jean Luc su tendencia como delanteros es a descolgarse en tareas defensivas. Disponer de un jugador con la clarividencia en la recuperación como la que demostró Luismi dan confianza al bloque. Además, Tejera pudo pisar zona avanzada sin riesgo.

No le faltó verticalidad al centrocampista andaluz. Seguro en la entrega, arriesgó en momentos adecuados con pases al espacio. De precisión milimétrica fue el que filtró para Juan Muñiz a la espalda de los defensores tinerfeños.

Luismi recuerda a Alex Bergantiños, el mediocentro gallego que llegó al Nàstic en invierno del 2011 y que fue imprescindible para la permanencia de aquel año. Ambos comparten posición, llegan en la misma ventana de fichajes y con el equipo en necesidades similares. El andaluz transmitió esa seguridad que ofrecía Bergantiños y esa confianza de poder cumplir el objetivo.

 

Bruno Perone. Seguro

Su presencia en el once fue inesperada. El transfer internacional llegó sobre la bocina. Justo para inscribirlo en LaLiga a tiempo para el partido. Entre los centrales disponibles Merino se decidió por el brasileño para darle centímetros a su equipo. No quería sufrir tanto en la estrategia.

A la hora de la verdad le salió el tiro por la culata. En la primera acción a balón parado encajó el gol del Tenerife y la ansiedad volvió a aparecer en casi cada lanzamiento de esquina o de falta cercana.

Bruno cumplió con creces. Estuvo atento al corte y desplegó su imponente corpachón para dominar el fútbol aéreo. Huyó de complicaciones. Si tenía dudas no vacilaba en lanzar el cuero lejos de los dominios de Reina. Suplió su lentitud respecto al veloz Amath del Tenerife con inteligencia para meter la pierna en el momento preciso para rebañar la pelota sin hacer falta.

Jugador procedente de la tercera división norteamericana, pero con pasado en Segunda y la Premier League, Bruno comenzó a ganarse el puesto en el eje de la defensa. Parece un buen acompañamiento del veloz Djetei, cuando regrese de la Copa de África.

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