Los fichajes truncados del Nàstic este verano

Los mercados de verano siempre dejan historias por contar que con el paso de los meses se van conociendo. Uno de los aspectos que más curiosidad suele despertar son aquellos jugadores que estuvieron cerca de vestir la camiseta de un equipo, pero que por un motivo u otro no pudieron hacerlo. Traspasos truncados que con el tiempo se suelen ver como un alivio o como una decepción.

El Nàstic ha tenido varios jugadores atado este estío, pero las operaciones no han fructificado por aspectos distintos en cada situación. Jugadores de buen nivel que hubiesen añadido calidad y experiencia a una plantilla con la que Toni Seligrat está encantado por su profundidad y su talento.

En otras palabras, al conjunto grana se le han escapado objetivos, pero sus alternativas han permitido no dejarle con un mal sabor de boca. Desde la entidad se le pone una nota muy alta al trabajo en los despachos y ahora solo falta que se vea reflejado sobre el verde. No obstante, por lo visto hasta el momento, las nuevas incorporaciones avalan el salto de calidad que se esperaba dar con ellas.

En la portería había dos guardametas que tuvieron un acuerdo con el Nàstic. Rubén Miño alcanzó un acuerdo verbal con la entidad tarraconense. Solo un ascenso con el Logroñés podría romperlo y así sucedió. El meta barcelonés ascendió y los granas no pudieron firmar a su principal objetivo para la portería. Otro portero que también estuvo muy cerca fue Roberto Santamaría, pero finalmente se apostó por la opción de Wilfred, muy del gusto de Toni Seligrat.

En la defensa también ha habido varios jugadores muy cerca del Nàstic. José Ruiz fue el futbolitsa que esperó hasta el último momento a los granas, ya que quería jugar en el Nou Estadi. Finalmente, la presencia de Albarrán y el poco margen de maniobra en las fichas provocó que el lateral andaluz renovara su contrato con el Lleida Esportiu.

Aleix Coch también fue objeto de deseo de los tarraconenses, pero el ascenso con el Sabadell rompió el sueño del central de volver a defender la camiseta del Nàstic. La oportunidad del fútbol profesional era irrechazable y su regreso a Tarragona deberá esperar.

Otro central con el que se llegó a un acuerdo, pero no vistió finalmente de grana fue Nico Delmonte. El central argentino que coincidió con Toni Seligrat en el Sabadell estuvo cerrado como sustituto de David Goldar, pero finalmente el club decidió apostar por la llegada de Alex Quintanilla.

Araujo al Lleida

En la medular también hubieron varias operaciones abiertas antes de la llegada de Tienza y Fullana, aunque lo cierto es que ambos fueron los principales objetivos para la sala de máquinas desde el primer minuto de mercado. En todo caso, otros nombres como Mario Ortiz o Quim Araujo estuvieron en la órbita grana. Sobre todo, el segundo con el que el Nàstic alcanzó un acuerdo, pero la explosión de Bonilla y la nula disponibilidad de fichas lo rompió. Ahora será rival de los granas con el Lleida.

En ataque es en la zona en la que el Nàstic menos se ha movido durante todo el mercado estival. De hecho, solo ha llegado Fran Carbia como novedad para el ataque. Se planteó la llegada de un extremo sub 23, pero el buen hacer de Bernat Guiu, Pol Prats y Joel Lasso durante la pretemporada rompió esa posibilidad.

El final del mercado ya es un hecho desde hace una semana y el Nàstic ya no quiere pensar en refuerzos. Ahora es momento de comprobar el rendimiento del equipo en la hora de la verdad.