Los refuerzos del Nàstic se notan

El mercado de invierno es una ventana de traspasos complicada. Si acertar en verano, con mucha oferta de futbolistas, ya suele ser difícil, hacerlo cuando las posibilidades son tan reducidas es extremadamente complejo. En enero el Nàstic ha sabido moverse con acierto. Ha incorporado los jugadores que necesitaba. Los que requerían la situación, a petición del técnico Toni Seligrat. El resultado es que cuatro de los cinco refuerzos formaron parte del once inicial frente el Cornellà. Y no parece que vaya a ser una cuestión puntual. Jesús Rueda, Miranda, Carbia y Fausto Tienza apuntan a formar parte de la columna vertebral del equipo desde ya.

1. Fran Miranda (31 años/360 minutos) Fue la primera petición del técnico Toni Seligrat a la dirección deportiva y el segundo futbolista en llegar en el mercado de invierno por detrás de Ribelles. La lesión del ex de Unionistas le permitió aprovechar de manera inmediata la ficha que dejó libre Bruno Perone dentro de un movimiento de piezas entre el Nàstic y el Hércules. Miranda no tardó ni un partido en entrar de titular en el once. Desde su primera participación contra el Barça B el centrocampista valenciano ha dejado claro que es un soldado de Seligrat. Un futbolista disciplinado, de raza y con una extraordinaria capacidad para ordenar las filas defensivas. Su intensidad física y verbal induce a sus compañeros a no bajar la guardia nunca. Los mantiene alerta continuamente y animando a apretar los dientes. Ese tipo de carácter es el que necesitaba el conjunto grana para salir del barro. Un futbolista veterano también del fútbol canchero y pícaro. La Segunda B no está hecha para la inocencia.

2  Jesús Rueda (32 años/180 minutos) Otro veterano que sabe de qué va esto de la división de bronce. Con más de 180 partidos entre Primera y Segunda división española, otros cien en Segunda B y varios más en ligas extranjeras y competiciones europeas, nada sorprende ya al central pacense. Llegó para consolidar la defensa tras la marcha de Perone y añadir contundencia. Igual que Miranda, Seligrat echó mano del futbolista formado en el Real Valladolid a la primera oportunidad que tuvo. Su fortaleza y rotundidad en los envites físicos han hecho crecer al equipo en defensa. Pese a que se marcó un gol en propia portería en su primer partido, contra el Ebro, el balance de su aportación al equipo es claramente positivo. Con el regreso de Goldar, sancionado en Cornellà, y la disponibilidad completa de centrocampistas, el entrenador del Nàstic lo tendrá difícil para decidir cuál de los centrales (Goldar, Rueda, Juan Rodríguez o Pol Domingo) saltan del once de partida.

3. Fausto Tienza (30 años/90 minutos) Más veteranía para la plantilla. De los cinco refuerzos, tres de ellos superan las tres décadas. En el caso del centrocampista de Talavera la Real (Badajoz) la treintena llegó hace apenas un mes. Cedido por el Panathinaikos griego Fausto Tienza también entró directo al once en cuanto pudo completar una semana de entrenamientos con el grupo. En Cornellà demostró haber entrado de pleno en la rutina de un equipo que trata de salir del barro. Se entregó a la batalla física ocultando cualquier rastro de falta de ritmo competitivo. El duelo fue exigente para el medio del campo y el ‘8’ grana rindió a gran altura. Positiva además fue su actitud protectora de los intereses de los suyos. Marcando territorio a los rivales y poniendo personalidad ante el colegiado.

4.  Fran Carbia (27 años/126 minutos) La irrupción de Fran Carbia en el equipo no ha podido ser mejor y llegar en el momento preciso. La lesión de Brugui dejaba al Nàstic sin ese perfil de futbolista de entrelíneas, uno de esos ratones del área que husmean los canales entre rivales para llevarse el mejor botín. Carbia tomó el testigo del de Bàscara contra el Ebro para resolver con dos goles un partido que se había afeado con el empate de los aragoneses. Además demostró tener conexión con sus compañeros desde el primer momento con esa asistencia magnífica a Gerard Oliva en el 4-1. En Cornellà pudo aparecer menos por la poca incidencia ofensiva del equipo, pero es un jugador con una capacidad única de aparecer en el preciso instante que la situación requiere. 

El único refuerzo invernal que no ha debutado es Ribelles debido a una lesión que le ha dejado sin ficha al menos hasta abril.