Maikel Mesa rompe sus registros

El tinerfeño ha igualado su marca de goles en toda la pasada temporada con siete tantos. Es el máximo goleador del equipo

09 enero 2018 19:42 | Actualizado a 11 enero 2018 13:01
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Los registros de Maikel Mesa impactan. Pocos auguraban un rendimiento tan excelso del futbolista canario. Ni los más optimistas pensaban que iba a explotar su olfato goleador hasta tales niveles. Y es que el tinerfeño llegó a Tarragona con la etiqueta de mediocentro creativo. De esos con una capacidad extrema para descolgarse y amenazar en el área rival. Sin embargo, nadie esperaba que tuviera tanta facilidad a la hora de perforar las metas rivales. Sobre todo de manera tan constante. Tiene alma de delantero. Da igual la posición que ocupe en el campo.

Ante el Rayo, Mesa anotó su séptimo gol en lo que va de temporada. Lo hizo con un disparo seco y tenso desde la frontal que se coló por el palo corto de la portería de Alberto García. Con esa diana, se situó por delante de Uche como máximo goleador del equipo. Además, igualó el número de tantos que había logrado en toda la pasada temporada con el Mirandés, haciendo pedazos sus propios registros.

¿Mediapunta o banda?

Rodri está apostando por el tinerfeño en su once. Es inamovible. Sin embargo, hay que resaltar que su posición en el campo viene extremadamente influida por la presencia o no de Uche en el once titular. Si el nigeriano está, Mesa actúa en banda. Si no está, ocupa la mediapunta. No cabe duda de que Rodri quiere tener a los dos sobre el terreno de juego y eso implica que Mesa tenga que sacrificarse y no ocupar la posición en la que mejor explota sus virtudes.

Y es que el tinerfeño es un futbolista con un tremendo radio de acción. Su condición física y su calidad son extraordinarias, permitiéndole abarcar una gran parte del terreno de juego. En banda, su dinamismo se ve mutilado. Solo tiene 180 grados de radio de acción, sobre todo cuando juega en la izquierda. En la mediapunta es todo lo contrario, se mueve a sus anchas y aparece por sorpresa, siendo un autentico martirio para las defensas rivales. Sus llegadas de segunda línea resultan indescifrables.

El rendimiento de Mesa junto a Barreiro le convierte en otro candidato para ocupar uno de los dos puestos más avanzados del 4-4-2 de Rodri. El gallego y Uche ven como un tercer miembro de la plantilla demanda minutos en esa posición. El debate está abierto, al menos en el graderío del Nou Estadi. ¿Debe el técnico barcelonés reconstruir el equipo alrededor de la posición de Mesa de mediapunta? 

Esa es una respuesta que Rodri tiene clara si miramos los precedentes. Siempre que Uche esté bien, Mesa jugará en banda. Totalmente comprensible. El tinerfeño en el costado no entra tanto en juego, pero su olfato goleador no se resiente. Esto permite al Nàstic contar con tres auténticos tiburones del área en el terreno de juego. Un lujo para una categoría en la que el gol se paga muy caro.

Goles con sello Mesa

Además, los goles de Mesa suelen llevar siempre su sello personalizado. Cañonazos desde la frontal que hacen inútiles los esfuerzos de los porteros rivales. Siempre en llegadas de segunda línea. Más allá del gol ante el Rayo, en la última jornada del 2017 fusiló a Remiro, portero del Huesca, con una volea desde la frontal que recordó a la que clavó Zidane para darle la novena Copa de Europa al Real Madrid. Palabras mayores.

Otros grandes tantos del futbolista tinerfeño son los logrados frente al Reus en el derbi, el doblete en Valladolid, el gol del empate en Zaragoza o el que abrió la lata en la victoria del Nàstic frente al Sevilla Atlético. Por cierto, fue otro tanto de volea. Registro futbolístico que Maikel Mesa domina con una naturalidad evidente.

El Nou Estadi anda sonriente a sabiendas de que tiene entre manos a uno de los futbolistas referencia de la categoría. Muchos de los conjuntos de Segunda observan al Nàstic con recelo. Soñarían con tener un futbolista con esa capacidad para marcar sin ser un delantero al uso. A Maikel Mesa toca disfrutarle. Por lo que pueda pasar en un futuro. Mientras tanto, que la racha goleadora no pare. 

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