Manuel Oliva: 'El portero es un líbero con guantes'

Manuel Oliva ‘Oli’ (Jerez, 49 años) es uno de los mejores entrenadores de porteros de España. Pocos técnicos tienen la capacidad analítica, los conocimientos y la metodología que requiere el portero del siglo XXI. Y muchos menos la calidad humana con la que lo comparte y transmite. Stole Dimitrievski, Manuel Reina, José Perales, Bernabé, Sebastian Saja, Cheikh Sarr pueden dar buena cuenta de ello.

Esta es su quinta temporada en el Nàstic. ¿Se imaginaba que podría estar tanto tiempo tan alejado de su Jerez?
La verdad que no y ¡mira!, a lo tonto, ya son cinco temporadas. Pero muy contento. Para mí fue una suerte que en su momento, tanto Emilio Viqueira como Vicente Moreno me propusieran venir a Tarragona. Han pasado las temporadas y del bloque que había cuando llegué solo he quedado yo. Agradecido a los entrenadores que siempre han querido contar conmigo y sobre todo al club que me han apoyado. La satisfacción es máxima.

¿No debió ser fácil salir de Jerez?
Era mi primera experiencia fuera de Jerez. Toda mi carrera deportiva como jugador y técnico la había desarrollado allí. Venir era una apuesta bonita y todo un reto. Solo tengo palabras de agradecimiento al Nàstic por haberme acogido. Siempre me he sentido muy valorado e ilusionado con los proyectos que han venido para hacer un Nàstic grande.

¿Qué han visto en Manuel Oliva todos esos entrenadores que no han dudado en seguir confiando en usted?
No es una característica específica de Manolo sino de cualquier trabajador, el compromiso. Cuando me comprometo con un club para trabajar en su estructura tengo que dar el máximo de mí. A cualquier cuerpo técnico que viene le muestro cómo soy, lo que hago y se lo ofrezco. Si le interesa seguimos.

Y lealtad.
Totalmente. Tienes que ser leal a dos partes diferentes: el entrenador con el que compartes vestuario y al club, que te da trabajo. Tienes que buscar el término medio donde cada una de las partas entiendan que la lealtad está equilibrado dándole a cada uno lo que le toca. Ni más ni menos.

¿Cuál ha sido el momento más complicado de gestionar?
El descenso del año pasado fue un palo muy duro. Sé la importancia y la necesidad que tiene este club de estar en la Liga Profesional. Es un club que por situación y contexto tiene un potencial tremendo. Necesita estar en LaLiga para que más pronto que tarde demos ese salto de calidad que nos consolide como una entidad de liga profesional.

Le llueven los halagos, ¿le incomodan?
Cuando formas parte de un cuerpo técnico tienes que tener claro cuál es tu papel. Hay una figura visible que es el entrenador. Los demás tendremos peso y funciones, pero yo soy partidario de estar en esa segunda línea ayudando y reforzando al entrenador, que para lo bueno y para lo malo, recibe los aplausos y las críticas.

Stole Dimitrievski, Reina, Bernabé, etc. todos admiten haber dado un salto en su carrera bajo su supervisión.
Es de agradecer. Mi función es ayudar a los porteros a mejorar sus virtudes porque repercutirá en los resultados del equipo. Y sobre todo, tratar la parte humana. Hablar con ellos y darles tranquilidad y equilibrio en todos los momentos. Los buenos y los malos. Conseguir que tengan confianza y que crean en el trabajo. Demostrar que lo que les propongo les ayudará a mejorar.

¿Se puede decir que el trabajo de Oliva ha dado beneficios económicos al club?
En el primer año vendimos a Ondoa al Sevilla. Luego Stole se fue al Rayo. Un portero de Primera División que está en Segunda circunstancialmente. Pero además de ellos hay gente joven apretando. Y mira a Perales que está en el Dinamo Tbilisi. Un chico joven que vino con un hambre inmenso por mejorar. Manolo Reina a su edad haciendo lo que está haciendo. Todo eso es un orgullo. Es rara la semana que no reciba una llamada o mensaje de alguno de ellos.

El domingo volvió a demostrar su dominio de los penaltis. ¿Ha introducido el análisis en la parcela del arquero?
Es puro y duro análisis. Dentro de los cuerpos técnicos profesionales una de las parcelas que más ha crecido en los últimos tiempos ha sido el entrenador de porteros. Hasta hace diez años o no existía o era, como digo yo, poco más que un calentador de porteros. Ha habido una evolución y ya no es la hora o las dos horas que están con el portero en el césped. El proceso es más importante. Durante la semana hago unos videos informes donde recogemos facetas del equipo rival. Desde los penaltis, faltas, jugadores ofensivos, etc. Datos para que el portero detecte la conducta de los rivales y facilitar sus intervenciones.

¿Cómo en el caso de los penaltis?
Llama la atención porque el adversario tiene todo de cara. A nosostros desde el punto de penalti nos ha dado desde salvar la categoría (Reina a Jona), pasar una eliminatoria de Copa del Rey (Dimitrevski ante el Rayo) o ganar la Copa Catalunya superando todas las rondas, incluida la final, en la tanda de penaltis (Perales en la edición de 2017). Pero los penaltis es un solo aspecto puntual de un proceso laborioso, de muchas horas viendo partidos de los rivales para sacar un informe de cuatro minutos, pero maravilloso.

¿Esa evolución del entrenador de porteros va aparejada a la del propio guardameta?
Cada vez que hay un cambio en la reglamentación afecta al portero. Eso obliga a estar continuamente en adaptación. Antiguamente existía el líbero. Esa figura, actualmente, la ocupa el meta. El portero es un líbero con guantes. Tiene que distinguir bien cuándo es portero y cuándo es jugador. Ante eso el entrenador de porteros tiene que adaptar tareas y darle situaciones de juego que se va a encontrar para facilitar trabajo. Dependerá también del entrenador y su modelo de juego y la participación del arquero. 

¿También afecta el modelo del adversario?
Cada semana de entrenamientos es diferente porque tienes un rival diferente. Las tareas específicas y colectivas van dentro de un contexto táctico que depende de tu modelo de juego y el del rival. Las tareas se preparan para identificar conductas del rival y favorecer las intervenciones.

¿El portero está hecho de una pasta especial?
Sí, totalmente. El portero nace y se mejora. Si se hiciera cualquier valdría. Tienes que tener virtudes innatas a nivel condicional, psicológico, de carácter, etc. Y querer ser portero. A partir de ahí el entrenador de porteros te dará unas herramientas técnicas y tácticas para que esas condiciones se potencien y ayudarte a que estés donde estés des lo mejor de ti.

El portero tiene que querer ser porteros, ¿es difícil que haya niños o niñas que quieran ser porteros?
Ya hay niños que quieren serlo. Ven las palomitas, los guantes de colorines. Lo más importante es que se encuentre un buen formador que potencie esa ilusión. Es un puesto muy delicado en edades tempranas porque el proceso evolutivo es diferente al del jugdor de campo. Es más despacio porque genera situaciones de conocimientos más exigentes. Escuchas a entrenadores pidiendo a niños de 7 años juego aéreo. Es que ese niño con que esté en la portería y no se salga tiene bastante. Es el problema de la exigencia por desconocimiento. Cada niño tiene una etapa y cada etapa una exigencia. Hay que tener paciencia con los porteros.

¿Haría falta que la figura de la entrenador de porteros?
En el Nàstic tenemos una estructura de entrenadores de porteros para la base. Cuando llegué Deus y Viqueira me hablaron del déficit que tenía el club en ese aspecto. Yo ya había montado una estructura en el Xerez y me pidieron que dentro de las limitaciones del club hiciera lo mismo. No podemos tener espacios específicos porque sin una Ciudad Deportiva ya es complicado poder meter a todos los equipos de la base. Pero Jordi (Guillén) se preocupa porque tengamos ese pequeño espacio porque ve que hay rendimiento.

Este año se ha creado el Balón de Oro para los porteros. ¿Era necesario destacar más su labor?
Es un refuerzo importante porque es un puesto específico diferente al del resto de jugadores. Potenciará la figura y la importancia del portero. Una posición difícil en la que el éxito o el fracaso depende de una línea muy fina, la de gol.

¿A quién se lo daría este año?
Difícil. Hay varios que están haciendo las cosas muy bien. Oblak, por ejemplo, es una pasada. Tiene esa frialdad y capacidad. Hace paradas difíciles con una naturalidad, sin adornos innecesarios, estando en el sitio. Son paradas muy exigentes. El aficionado analiza las jugadas desde una perspectiva lateral, mientras que el portero tiene una perspectiva frontal y hay muchas cosas por delante que influyen. En España tenemos muy buenos porteros. De Gea, Kepa, Pau, etc. También porque hay muy buenos entrenadores de porteros. Somos pioneros en la estructura y modelo de trabajo en la portería. Alemania y Holanda también la tienen establecida, pero el de España abarca más aspectos. Aporta conocimiento de juego.

Jugó en la élite del fútbol sala durante 12 temporadas. ¿Hay algún aspecto del portero de fútbol sala que se haya incorporado al de fútbol once?
Tuve la suerte de competir en las dos disciplinas. Llegué en el Xerez hasta el filial y luego en la élite del fútbol sala representando a España en cuatro ocasiones. Por ejemplo, hay un exponente máximo de lo que son situaciones de fútbol sala exportadas al fútbol: Ter Stegen. La velocidad gestual en situaciones en las que el balón no se aleja de tu espacio propio, sino que vienen. No necesita tirarse, sino que saca una extremidad y la soluciona. Luego también se ve en la situación de achicar el paso cruzado. Antiguamente el portero se tiraba con los pies por delante. Hoy en día tratamos de mantener el plano vertical para ocupar más espacio.

¿Cómo gestiona la decisión de apostar por Bernabé o Cheikh, por poner la situación actual?
Lo más importante es saber que es parte de tu responsabilidad. No hay problema. Es tu trabajo. El entrenador de porteros está para aportar datos y dar respuestas. En el caso de que te pregunte el entrenador tu debes proponer y yo lo hago desde el rendimiento. De entrenamiento y de partido. También está el día a día. Conocer el estado del jugador.

Este año colabora con las acciones a balón parado.
Este año, por circunstancias de Segunda B, se decide reducir el cuerpo técnico y el entrenador me propone que durante los partidos dirija las estructuras defensivas y ofensivas porque durante una parte de la temporada Mou está arriba en la grada. El artífice de la estrategia del Nàstic es Mou con la supervisión del míster. Yo participo y colaboro en la medida que me pide opinión.