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Raúl Marín y Helder Nunes, dos de las realidades más asombrosas del hockey europeo, pasean por el viejo continente los brazaletes de Reus y Porto con orgullo. Simbolizan la esencia de estos dos gigantes, que mañana van a dibujar otra batalla galáctica, con aroma a vino añejo, a tiempos viejos con pabellones repletos de hinchas enfurecidos.
Existe una leyenda romántica entorno a estos dos equipos. Responde al año 70, en la última Copa de Europa del mítico Sabater y ese grupo de entusiastas que creó un auténtico cuento de hadas para el Reus, con los Vilallonga y compañía. En los Dragones destacaba otro ilustre, Cristiano Pereira.El Porto se apuntó un 5-3 de botín para la definición en Reus de aquella eliminatoria de semifinales. En el cruce de ida, los reusenses caían por 5-0 al descanso. Lograron maquillar el resultado en el segundo acto, ayudó la lesión del portero titular portugués. El 9-4 en el regreso clasificó a la gloriosa escuadra que capitaneaba Sabater, aunque eso quedó en un segundo plano.Los dos equipos terminaron abrazados en el centro de la pista y posando con las camisetas mezcladas ante las cámaras.
Hoy, la modernidad ha situado a Marín y a Helder en el escaparte de los tiempos. Dos perfiles talentosos bien distintos. El capitán del Reus vive de la improvisación, de sus fundamentos técnicos. Nunes es un medio cerebral, desmarcado de la anarquía total lusa. Probablemente, uno de los proyectos más fascinantes del momento. Los dos se encontraron en el centro del templo, un día antes de la gran velada, llamados a petición del Diari. El escenario les ha iluminado los ojos, mientras el cosquilleo inundaba el interior de sus rostros. Las previas suelen convertirse en insoportables para los artistas. En el Palau domaron sentimientos en sesiones de trabajo suaves, sólo de toma de contacto.
Helder y Marín se reencontrarán mañana de nuevo, con el Palau a plena efervescencia y una Final Four como premio goloso en juego. El 7-7 del Dragao abre las puertas a todos los presagios. Todo por decidir entre dos plantillas con exceso de talento, con jugadores de postín. También en los estrategas inunda el prestigio. Mariotti y Cabestany lucharán por imponer sus conocimientos.
Muchos secretos no pueden guardarse Reus y Porto, dos gemelos en la idea de juego. Se expresan a base de vértigo. Su plan tiene que ver con el catálogo ofensivo. Veáse la ida como prueba irrefutable. Por eso, la de esta noche es una cumbre galáctica.
