El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
No resulta exagerado ponerle la etiqueta DO Reus a Matías Platero (San Juan, 1988), que con apenas 18 años decidió salir de Argentina y emprender la aventura europea. La inauguró en un miura, no en un club secundario. Fichó por el Reus, levantó la Champions de 2009 y se marchó a Italia para terminar de curtirse. Su regreso a la calle Gaudí (2014) no fue para pasar de puntillas. Alzó la segunda Liga Europea, la octava y última del club, en 2017, ya en pleno proceso de madurez y con un rol de star system.
Sus extraordinarias condiciones le situaron en el mercado ese mismo curso y le llevaron al efervescente y millonario campeonato portugués. El Sporting de Lisboa abonó la cláusula de rescisión y, hasta hoy, mantiene su condición estelar en la tradicional entidad del José Alvalade.
Platero no es un estrella al uso, no busca fotos de portada y le interesa poco el ritmo mediático. Probablemente estamos hablando del jugador que domina mejor los registros de la intendencia de todo el hockey mundial, nadie piensa más en los compañeros que él. Abre espacios en el ataque posicional porque le encanta atraer el juego sin la pelota, defiende con una aplicación extremadamente rigurosa y se adapta a cualquier tipo de rol. Si le colocas de interior, remata todo lo que le llega, si precisa ejecutar bola parada, alcanza unos porcentajes asombrosos y como exterior posee capacidad para el disparo y una excelente destreza para el pase.
Aunque su hockey no entra por los ojos, cualquier entrenador desearía contar con los servicios de este sanjuanino, ex de Concepción. Paulo Freitas lo disfruta y lo exprime. Sabe que con Platero puede acercarse más al éxito.
El Sporting conoce el valor de este jugador porque con él ha conseguido títulos que han regenerado la salud de su sección de hockey patines. Con Platero han caído el campeonato portugués y una Champions en casa (2019). La inversión en el argentino le ha valido la pena.
De ídolo a rival
Platero contó con la admiración de los hinchas del Reus desde prácticamente su aterrizaje, aunque en pocos días se enfrentará a su pasado más condecorado. El Sporting de Lisboa, junto al Oliveirense, luchará por una plaza en la Final Four de la Champions con el Reus. Concrentamente en el grupo B de ese formato express que se ha creado para combatir a los efectos de la pandemia.
La fase previa se celebrará en la localidad portuguesa de Luso, el fin de semana del 9, 10 y 11 de abril, justo después del parón de Pascua. Tres grupos componen la competición y se clasificarán para la final a cuatro los tres primeros y el mejor segundo. Esa última fase de cuatro equipos se ha previsto para los días 15 y 16 de mayo, todavía con sede por determinar.
Además del grupo que componen Reus, Sporting y Oliveirense, las otras dos liguillas van a cruzar, por un lado en la A, al Noia, al Porto y al Barcelos y en la C, al Barça, al Liceo y al Benfica. El formato reducido de la Euroliga 2020-21 lo forman los clubs que han apostado fuerte por competir, a pesar de las dificultades que plantea el coronavirus.
El Reus de Jordi Garcia se enfrenta a un reto continental mayúsculo. Dos de las escuadras con mayor potencial económico y deportivo de la actualidad van a ponerle a prueba. Con
Platero en la otra orilla, un crack invisible que se ha ganado la admiración del mundillo gracias a su discreción y su generosidad en la pista. Internacional con la Argentina, el exrojinegro desea acumular prestigio en la competición más deslumbrante del mundo.
