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El reusense Mikel Besora logró este fin de semana la quinta posición en el ascenso al rascacielos China World Summit Wing, el edificio más alto de Pekín. Besora, un especialista de este tipo de pruebas, tardó 11’56’’ en subir los 330 metros de altura. En ese tiempo superó los 2.041 peldaños de escaleras y las 84 plantas de la estructura. La cita es una prueba que forma parte de la Copa del Mundo vertical, un certamen que consiste en subir lo más rápido posible algunos de los rascacielos más altos del planeta. En concreto, nueve ascenso configuran el certamen mundialista, que tiene pruebas en París, Nueva York, Manila, Hong Kong o Londres.
Tras superar una lesión
Para la competición de Pekín, Besora tuvo que sortear algunos imprevistos, como una lesión. «Hace tres semanas una torcedura de tobillo casi me deja fuera de la lista. Confié en mí mismo, a pesar de que los médicos no daban un duro por mí. Le puse todo mi empeño para mejorar la lesión y entrenar igualmente, cambiando correr por la bici de carretera, más gimnasio y correr con vendaje. Salió bien», explicaba después de su participación.
La subida al China World Summit Wing congregó a 700 participantes procedentes de 18 países distintos. Besora se ha convertido en los últimos tiempos en todo un referente en la especialidad. Cerca de su casa sus lugares habituales de entrenamiento suelen ser por ejemplo las 400 escaleras que suben desde el río Brugent hasta la La Riba o las 137 ubicadas junto al Palau de Congressos de Tarragona, un bagaje con el que se ejercita para competir luego por todo el mundo. Besora, que trabaja como bombero en la central nuclear de Vandellós II, ha ido especializándose en la subida de escaleras a contrarreloj. Hasta ahora estaba centrado en carreras de montaña de corta y media distancia y también en ruta.
Besora, un auténtico devorador de escaleras, inició el circuito mundial de las Towerrunning el 15 de marzo en la carrera vertical a la Torre Eiffel: 1.665 peldaños a contrarreloj
