«Gente!! Qué grandes sois!!! Mirad lo que hemos conseguido!! Muchísimas gracias por vuestro apoyo siempre». Natalia Rodríguez compartía con este mensaje, en su muro personal de facebook, la noticia que ella y los aficionados al deporte y atletismo llevaban semanas esperando: «El estadio de atletismo de los Juegos Mediterráneos pasará a llamarse Natalia Rodríguez».
La petición a favor del cambio de nombre de la instalación la lanzaron hace unas semanas a través de las redes sociales Montse Castelló y Raúl Rodas, dos amigos de la laureada atleta de los 1.500 metros, y por palmarés, la mejor deportista de Tarragona.
La campaña, que ha sido secundada por más de un millar de firmantes y ha traspasado los círculos atléticos, provocó que en el Ajuntament de Tarragona no pudieran hacer oídos sordos a esa demanda. De ahí que el Consell Rector del Patronat Municipal d’Esports decidiera moverse en ese sentido. Ayer aprobó por unanimidad iniciar los trámites para el cambio, que de todos modos no será definitivo hasta que se alcance el acuerdo del plenario del Ajuntament de Tarragona (el próximo debería celebrarse en el mes de septiembre).
La ciudad ya perdió una magnífica oportunidad de rebautizar la instalación tras la reciente reforma integralUna fórmula que dio sus frutos y que llevó a la atleta formada en el Nàstic a convertirse en campeona de España en 14 ocasiones; en la actual plusmarquista nacional de los 1.500 metros al aire libre con un crono de 3:59.51 minutos (Rieti, 2005) y a ser la única española de la historia que ha corrido esta distancia por debajo de los cuatro minutos; en campeona de Europa de pista cubierta en Turín’2009 y subcampeona mundial bajo techo en Doha’2010; dos veces medallista de bronce al aire libre en los Mundiales de Daegu’2011 y en el Europeo de Barcelona’2010, y a competir en cuatro Juegos Olímpicos (en Sydney’2000, Atenas’2004, Pekín’2008 (sexta, su mejor resultado) y Londres’2012).
Natalia incluso había sido símbolo de los Juegos Mediterráneos celebrados este verano en Tarragona y concejal de deportes entre 2011-2012. Y está retirada desde 2015, otro motivo más que suficiente para tributarle ese homenaje de la ciudad a una toda carrera que por cierto también quedó pendiente.
Muchas otras ciudades han bautizado sus pistas e instalaciones con el nombre de sus más destacados deportistas. Tarragona ha tardado, aunque finalmente ha dado el paso. Por iniciativa popular, pero lo ha dado.