'Necesitamos un Nou Estadi lleno'

Xisco Muñoz hace un llamamiento a la afición del Nàstic para que acuda al Nou Estadi el sábado ante el Numancia

19 mayo 2017 19:52 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:20
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Ni campañas, ni promociones. La mejor manera de animar a la afición del Nàstic para que llenen las gradas del Nou Estadi es Xisco Muñoz. El delantero balear, voz respetada dentro y fuera del vestuario con uno de los mayores palmarés que ha pasado por Tarragona, dio suficientes argumentos para que el coliseo grana esté «a reventar en los próximos dos partidos».

Ir al Nou Estadi un partido de play-off es fácil. Tampoco exige mucho hacer acto de presencia cuando se trate de un encuentro decisivo. Las finales empiezan ya. «Con seis o siete victorias en los doce partidos que quedan estaremos en play-off, ¿por qué esperar al final para conseguirlas?», se preguntaba Xisco Muñoz. Ganar al Numancia o al Alavés, en la última jornada, tiene el mismo precio, tres puntos. Igual que ha sucedido con la permanencia, si se puede asegurar el play-off antes de la jornada 42, mejor. Incluso puede dar tiempo a luchar por lo máximo, el ascenso directo.

El exdelantero del Betis quiso reconocer el trabajo del equipo: «Estamos casi salvados, que era el objetivo principal, porque hemos hecho las cosas bien». Pero la cosa no se que quedará ahí. «Somos ambiciosos y hay que aprovechar el privilegio de la situación y el nivel de madurez tan bueno que tenemos para dar un paso adelante y darlo todo». No será fácil, advirtió el delantero mallorquín. Todo el mundo quiere ascender y hay equipos mucho más poderosos económicamente y con ciertas ventajas. «Sabemos lo que somos, por eso necesitamos el apoyo de nuestra gente», subrayó Xisco Muñoz que volvió a pedir a la afición «que venga al Nou Estadi con mentalidad positiva y ganas de animar, porque para nosotros salir al campo y ver las gradas llenas te pone los pelos de punta, empiezas ya ganando, y cuando las cosas se atascan es el aliento del público el que te da el oxígeno necesario para seguir».

Muñoz regresó al equipo en Bilbao después de más de tres meses sin jugar. Jugó 15 minutos. «Se me hicieron cortos», aseguró, síntoma de que lo echaba en falta. Cuando ese gen competidor inherente a los buenos futbolistas no se explota es difícil sobrellevarlo. Pero a sus 35 años Xisco ya sabe cómo funciona esto: «He aprendido que uno solo no consigue nada. Los objetivos son comunes y si toca asumir un rol diferente, apoyando y compitiendo al mismo tiempo por el puesto, hay que hacerlo».

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