Noé Monroy: Básquet bajo presión

El técnico tarraconense lleva más de 24 años entrenando a equipos, la mayoría de ellos en situación de descenso. Actualmente, dirige al Verma CB Tarragona B

13 noviembre 2017 19:31 | Actualizado a 13 noviembre 2017 19:43
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Ser entrenador no es una tarea fácil, pero para muchos es otra manera de poder disfrutar del deporte una vez acaban su etapa como jugadores. Para Noé Monroy Monescillo, su transición fue muy natural. Este tarraconense, nacido en Puertollano, lleva más de 24 años dirigiendo a equipos de toda la provincia y actualmente es el técnico del Verma CB Tarragona B, de Primera Catalana.

Noé aterrizó en Tarragona cuando sólo tenía seis años, después de vivir en el Sáhara Occidental, donde trabajaban sus padres. Cuando era pequeño comenzó en el básquet jugando en la Escola César August. A pesar de probar varios deportes, escogió el baloncesto porque era «con el que disfrutaba más y el que atraía más mi atención», asegura. En su último año como junior en el Institut Martí i Franquès, su equipo se quedó sin entrenador y él aceptó el reto de hacer de jugador-técnico ese curso. «Y de ahí hasta ahora», explica Monroy.

Más adelante, empezó a dirigir a varios equipos base del Col·legi Sagrat Cor, con el que estuvo vinculado 13 años. En 2002, el centro escolar fundó el TGN Bàsquet. «El principal impulsor fue Iñaki Liarte con Josep M. Adam y los entrenadores que estábamos en el APA Sagrat Cor-Vedruna fuimos los socios fundadores», cuenta.

Monroy estuvo vinculado 13 años con la seccióndel Col·legi Sagrat Cor y fue uno de los fundadores del TGN Bàsquet

Ese año, Noé dirigió al sénior femenino. «Recuerdo que en las primeras jornadas todavía jugábamos con la camiseta del APA Sagrat Cor, que era el equipo originario», confiesa el técnico tarraconense. «Esa fue mi primera experiencia como entrenador principal en sénior y conseguimos el ascenso a Segunda Nacional (Primera Catalana actual)», rememora. Más tarde, también asumió el papel de director técnico durante dos temporadas.

Después de cuatro cursos en la entidad lila, Monroy decidió salir de su zona de confort y aceptó unirse al Reus Deportiu. Allí, el inicio fue duro, «porque el equipo masculino estaba muy descompensado y las exigencias eran muy altas», comenta. Después de cinco temporadas, el técnico se sumó a la familia del CB Valls para asumir el mando del sénior masculino de Segunda Catalana. Al finalizar el curso, Noé consiguió subir a Primera en el último partido de play-off «con casi todo el equipo formado con gente de la casa».

Pero al año siguiente, volvió a cambiar de club y se fue al ADT para «intentar ir escalando categorías, ya que llevaban tiempo fuera de las ligas profesionales», remarca Monroy. «Perdimos la categoría, pero creo que sirvió para formar a muchos de los jugadores que ahora están compitiendo en Copa Catalunya», expresa el tarraconense. Al acabar el curso, Noé decidió no continuar en la entidad de los barrios de Ponent. Ese verano, fue el entrenador de la selección de Tarragona 3x3 en el torneo Juegos Mediterráneos contra España y Andorra.  

Su etapa en el CBT
Después, recibió la llamada de Berni Álvarez para incorporarse al CBT. «Llevaba tres años consecutivos entrenando tres equipos diferentes y me estaba planteando muy seriamente la opción de descansar cuando, me llamó», admite Noé. Al final aceptó y se convirtió en segundo entrenador del sénior de LEB Plata. Para él «han sido dos años brutales a nivel de experiencia y exigencia, todo un lujo».

Actualmente, Monroy dirige al filial azulado, que compite en Primera Catalana. «Aunque no hemos empezado de la mejor manera, sé que acabaremos haciendo un gran año», cuenta. Su objetivo es que su grupo se convierta en un paso intermedio hacia el primer equipo para los jugadores formados en el club.

«Han sido dos años brutales a nivel de experiencia y exigencia, todo un lujo»

De sus más de 24 años como entrenador, resume que «en la mayoría de años que he estado como entrenador en séniors, he llevado equipos que tenían mucha presión, con unos objetivos de estar en la zona alta de la clasificación o de eludir la pérdida de categoría». De todo ello, se queda «con las personas que he conocido durante estos años». De su experiencia entrenando en varios colegios de Tarragona, destaca que «es muy agradecida, ya que los niños absorben con mucha facilidad».

El técnico cebetista valora la buena salud del básquet del territorio, pero lamenta «la falta de unión de todos para conseguir tener algún equipo en categorías profesionales o en ACB después de tantos años».

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