Noelia Hilinger, el valor de la disciplina

Desde 2017 que entrena para competir y en sólo dos años ya es la tercera de Vatalunya en la modalidad Bikini Fitness

04 abril 2019 08:24 | Actualizado a 04 abril 2019 08:27
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De apellido alemán, aunque de raíces cordobesas, el carácter competitivo de Noelia Hilinger (Córdoba, 1987) la ha ayudado a asumir retos que hace sólo dos años parecían utópicos. Esta reusense que se estableció en la ciudad con solo dos años, ha variado de vida gracias al deporte, que le ha ofrecido un orden y una disciplina que la han atrapado y la han alejado de antiguos problemas de ansiedad y trastornos hormonales.

oy vive para su profesión, fisioterapeuta, y para su pasión, el deporte. Desde 2017 trabaja para competir en la modalidad culturista del Bikini Fitness, ahora mismo en auge gracias a la gran cantidad de público que ha atraído. Permite a las mujeres competir dentro de un margen de desarrollo físico coherente.

Noelia pasa de las bambas Nike a los tacones y el foco de la tarima cuando luce figura y lucha por un resultado brillante. En sólo dos años ha logrado convertirse en medalla de bronce del campeonato catalán.

Para entender el progreso de Hilinger, la figura del preparador Ángel López se ha convertido en esencial. Dirige a la reusense durante todo el proceso de puesta a punto antes de los campeonatos. Trabajan codo a codo en el Reus Deportiu desde 2017. Y eso que Noelia decidió cambiar de hábitos y apostar por el gimnasio un poco antes.

En 2014, cuando entró en un fitness como usuaria de a pie, con las clásicas clases de zumba y spinning, entre otras. Pronto entendió que la dieta y los consejos de un especialista resultan indispensables para la evolución. «Es decisivo ponerse en manos de un instructor para entrenar bien», comenta.

Ángel vio en Hilinger un diamante competitivo abrumador. Un mes de febrero de 2017 empezó a diseñarle la preparación. En junio de ese mismo año, la deportista ya enseñaba un cuerpo de competición. Ángel no lo dudó y la animó a dar el paso. El inconformismo de la chica y su continuo afán de superación habían encendido la llama. No había espacio para detenerse.

Noelia ha aprendido a convivir con la disciplina diaria que exige el deporte de alto nivel y, sobre todo, el culturismo. Para ella ya no se trata de un simple juego. Es una expresión vital. 

La recompensa
Un mes de septiembre de 2017, Noelia Hilinger se estrenaba en la tarima, con su bikini repleto de ilusiones. El resultado no llamó la atención porque no le dio tiempo a desenvolver su cuerpo en calidad muscular. Se lo tomó como un premio a ese viaje evolutivo repleto de vértigo. Sólo un año después regresó mejorada.

En el campeonato catalán que se celebró en Tarragona, Noelia tomó seguridad y se arropó en ese entrenamiento más minucioso para conquistar al jurado. En sus tacones y una figura casi perfecta. Fue medalla de bronce. Un logro sin paliativos, asombroso por su corto trayecto. A los 30 años.

La reusense no pierde demasiado tiempo en relamer éxitos del pasado. Ya se encuentra en plena preparación para el próximo catalán de septiembre. Atraviesa la fase de entrenamiento en la que busca ganar volumen muscular. Se entrena dos horas diarias y cuida al detalle la alimentación para alcanzar la perfección corporal. No es nada raro para ella. Simplemente una dulce rutina que le ofrece confort.

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