Nàstic: Un cuerpo médico multidisciplinar

La plantilla del primer equipo del Nàstic cuenta con ocho personas especializadas en el control, prevención y mejora de las lesiones. Desde el médico hasta el nutricionista, fisios y readaptadores fútbol

19 mayo 2017 16:50 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:50
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La profesionalización detallista, casi minimalista, de todos los aspectos del fútbol ha contribuido a una especialización del cuerpo médico de los equipos de fútbol. Si hace años un club de Segunda división como el Nàstic contaba con un médico que se pasaba una vez a la semana, ahora los futbolistas tienen a su disposición todo un departamento multidisciplinar que se cuidan de su estado físico y le protegen de las lesiones, el peor enemigo de los jugadores.

En el Nàstic, el director de ese amplio departamento médico es Carles E. Hernández. Con 14 años de experiencia en el club, el ‘doc’ grana, ha impulsado un equipo que cuenta con dos doctores (él y el doctor Jesús Gálvez), tres fisioterapeutas (Ernest Canete, Víctor Rodríguez y David Molas), dos readaptadores (Stephanie Medina y Romà Ruiz) y un nutricionista (Albert Martínez). «Cada día evaluamos el estado de los futbolistas individualmente para evitar lesiones o recaídas», explica Hernández.

El equipo se reúne a primera hora, antes de la llegada de los jugadores para decidir el trabajo específico de los futbolistas. Todos tienen un plan personalizado en función de su historial médico, ya que con la edad se acumulan lesiones que hay que tener en cuenta, y sus necesidades en el campo. Los entrenamientos en el césped van acompañados en la mayoría de los casos con ejercicios de fuerza en el gimnasio para asegurar la resistencia del cuerpo al esfuerzo y los problemas físicos.

Una vez decidido el trabajo de los jugadores se pasa al entrenador para que lo tenga en cuenta en su planteamiento de la sesión preparatoria. Un punto de encuentro que puede generar divergencias. El médico acostumbra a la prudencia con los lesionados, mientras que el técnico necesitado de las cualidades del futbolista tiende a asumir más riesgos.

El proceso lleva al jugador a un control de peso y antropométrico (1), visita médica (2), sesión de fisioterapia (3 y 4) y readaptación física en el gimnasio o en el campo (5 y 6). Todo estos pasos intentan imponer filtros de detección para evitar la aparición de lesiones o de futuros problemas médicos que lastren al equipo.

El fútbol es un deporte de contacto. Las contusiones y los golpes provocan afectaciones incontrolables. Pero la mayoría de lesiones musculares se pueden prever. Disponer de un grupo especializado, con la maquinaria adecuada, puede jugar un papel protagonista. Aunque al final todo queda a expensas de la profesionalización del deportista. Si cumple con las recomendaciones puede mejorar su competitividad y la del equipo. Si no lo hacen afectará a su rendimiento.

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