Nàstic, en la frontera con el descenso

La lucha por eludir el descenso está en un puño. De ello dan fe los resultados de esta jornada en Segunda División. En tres puntos están los cuatro equipos que ocupan las respectivas plazas para bajar a Segunda B. Y en esas estrecheces el Nàstic ha salido perjudicado tras este fin de semana.

La derrota ante el Elche, combinada con el resto de resultados, hace que los granas vean reducido su colchón con el descenso de tres a un punto. Además, los tarraconenses quedan en la 18ª posición, sólo un puesto por encima de la quema.

La moraleja es simple y directa: al menor despiste, el pozo amenaza de nuevo, al menos hasta que la renta con respecto a la zona caliente no pueda ser más amplia. Por eso en el Nàstic no cabe desconcentrarse lo más mínimo, a pesar de los claros síntomas de mejora, en juego y resultados, que ha experimentado el equipo en las últimas jornadas.

El Nàstic vuelve a estar en la frontera del descenso, con una burbuja de oxígeno de un único punto, un botín exiguo para encarar con tranquilidad lo que queda de campeonato en la división de plata. En ello tiene que ver fundamentalmente la victoria contra pronóstico que logró el Rayo Vallecano frente al Oviedo. Los madrileños se impusieron por 2-0 a un conjunto en play off para prosperar en la tabla. Aunque los de Vallecas siguen en descenso, ven la permanencia más cerca porque, entre otras cosas, tienen a equipos como el Alcorcón y el propio Nàstic a tiro, a sólo un punto.

Tras la clara derrota ante el Elche, donde los granas ofrecieron una mala imagen, la consigna del vestuario fue la misma: el equipo había recibido un baño de realidad, un traspiés que había hecho bajar a la tierra a un conjunto crecido y en racha. Toca, pues, agachar la cabeza y continuar. De ahí la apelación del técnico, Juan Merino, a seguir siendo humildes y solidarios y a mantener los pies en el suelo. Con esas directrices el equipo ya prepara el desplazamiento del sábado a Valladolid, otro compromiso decisivo.