Diez años han pasado para que Reus vuelva a recuperar su esencia olímpica. La Olimpiada Escolar siempre distinguió el espíritu deportivo de base en la ciudad. Grandes deportistas como Irache Quintanal, Xavi López o David Llauradó, entre otros muchos, pasaron por ella en viejas ediciones. Los tres se encargaron de inaugurar el regreso hace cosa de 15 días. Lo que ha durado una competición que ha devuelto a Reus a su lugar.
33 centros del Baix Camp, Tarragonès y La Conca de Barberà han formado parte de la edición 33 de la Olimpiada. Es decir 1600 niños y niñas entusiastas del deporte. Es verdad que todos querían ganar, todos querían lucir esa medalla ansiada, pero por delante siempre hubo un clima de deportividad que fomenta valores. Entre otras cosas, la Olimpiada es eso. Une a través del deporte.
La presidenta del Reus Deportiu y uno de los clubs organizadores, Mònica Balsells, comentó que «la valoración de este regreso tras 10 años es muy buena. Hemos notado la respuesta grande de las escuelas y, a pesar de haberlo organizado sólo en dos categorías, notamos que hay muchas ganas de ampliarlo el próximo año». En este sentido, Balsells añadió que «ya estamos trabajando para la próxima edición. Esto no puede parar y la intención es de ir creciendo poco a poco».
El CN Reus Ploms y el Ayuntamiento de la ciudad también se han volcado en una organización que ha paralizado las instalaciones municipales y también de los distintos centros. Las modalidades que han compuesto esta última edición de la Olimpiada Escolar son el minibàsquet, el minihandbol, el atletismo, el patinaje, la gimnasia rítmica, el tenis de mesa y la natación. El Ayuntamiento aprobó una partida de unos 30.000 euros para poder arrancar de nuevo un proyecto que pretende ser lo que fue en un futuro no muy lejano. De momento ha recuperado el espíritu.