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España volvió a demostrar que el bádminton es un deporte que se encuentra en pleno auge. Cada vez son más los deportistas nacionales que brillan a nivel internacional impulsados por el ‘fenómeno Marín’. Ayer, en las finales de los Juegos Mediterráneos disputadas en el pabellón del Morell bajo un gran ambiente, Pablo Abián consiguió el oro y Beatriz Corrales la plata en sus respectivas finales.
El jugador español lo hizo después después de imponerse en una durísima final al francés Maurice Corvee en tres sets (21-23, 21-15 y 21-17)
La primera manga comenzó con un Pablo Abián dominador y agresivo. Por su parte, el francés Corvee solo podía intentar cortar la sangría e intentar que la diferencia en el marcador no fuese insalvable a las primeras de cambio. Lo consiguió a base de fe y tesón ya que consiguió colocar el marcador del 8-3 al 8-6.
Tras ese comienzo que hacia presagiar que el set podía caer fácilmente del lado español, el partido entró en un intercambio de puntos emocionante. No obstante, Abián volvió a demostrar su gran estado de forma y volvió a encadenar una serie de puntos que le permitieron volver a abrir brecha en el marcador (14-10).
Sin embargo, Corvee volvió a recortar la distancia de manera evidente hasta llevar el final del primer a la agonía (19-19). En ese escenario, el francés se arropó en la frialdad y la defensa, mientras que Abián apostó por seguir siendo agresivo. Finalmente, la táctica de Corvee funcionó y ante dos remates imprecisos de Abián que se marcharon fuera se llevo el primer set por un ajustado 23-21.
Lejos de acusar el golpe de haber caído en el primer set de manera injusta, Abián se vino arriba y comenzó el segundo set como el primer, mandando de manera clara en el marcador (8-1). Un claro golpe en la mesa para dejar claro que nada estaba perdido. El jugador español supo gestionar la ventaja durante toda la segunda manga y finalmente se llevo el segundo set por 21-15.
La tercera manga comenzó con un Corvee totalmente recuperado y desatado que rápidamente estableció una brecha importante en el marcador (0-5). Abián se desesperaba. De repente, se había desconectado de la final cuando más de lleno se había metido. No obstante, el jugador español fue recuperando sensaciones y recortando distancias (7-5). La reacción se completó cuando la igualdad volvió a reinar (8-8).
El ecuador de la última manga se desarrolló en un constante intercambio de golpes. Ninguno de los dos jugadores quería irse de la final. Sin embargo, Abián pisó el acelerador e incrementó su nivel ofensivo. Volvió a ser más agresivo y eso le benefició en el marcador (17-12). La ventaja fue determinante. El español no falló y cosechó el oro (21-17). Un triunfo brillante y otro oro más para España.
Por otro lado, Beatriz Corrales no pudo conseguir el oro aunque sí que vendió cara su piel en la final tras caer en dos ajustados sets (19-21 y 21-23) ante la turca Neslihan Yigit.
El primer set comenzó con un intercambio de puntos que hacia presagiar que la primera manga iba estar de lo más igualada. Sin embargo, hasta en dos ocasiones pudo la turca Yigit llevarse la primera manga con claridad. Llegó a colocarse 4-8 y 10-14 en el marcador, pero Bea Corrales tiró de orgullo y talento para igualar la contienda.
Al final del primer set se llegó con un emocionante empate a 18. Precisamente, fue en ese instante cuando Beatriz Corrales se puso por delante por primera vez en el set. En todo caso, en los puntos decisivos la española no estuvo lo suficientemente precisa. Todo lo contrario que Yihit, quien jugó los puntos finales con una gran autoridad. Finalmente, la jugadora turca se llevó el set por 19-21 después de que una dejada de Bea Corrales se quedara corta y se estrellase en la red.
En el segundo set, Corrales comenzó con un mayor acierto. No parecía que el hecho de haber perdido el primer set le hubiese golpeado anímicamente. Pero en la segunda manga siguió reinando la igualdad, aunque Corrales llegó a disponer de una importante ventaja (14-10).
Una renta que se diluyó ante el despertar de la turca cuando parecía más tocada.
Comenzó a estar extremadamente precisa y contundente en sus golpes, hecho que le permitió empatar el encuentro (14-14). Otra vez el set se decidiría de manera ajustada en los puntos finales. Tras una lucha final encarnizada, la fortuna en los puntos volvió a caer del lado visitante (21-23). Finalmente, la medalla de oro cayó del lado turco.
