Pedro Castaño, el granadino más apasionado por el Reus

La visita del Granada al Estadi, este domingo, va a provocar sentimientos encontrados en Pedro Castaño. un granadino que ha logrado echar raíces en Reus. Desde los 8 años reside en la zona después de desplazarse con su familia por asuntos laborales. Próximos al barrio Juroca, los Castaño han logrado adaptarse a las tradiciones reusenses hasta el punto que Pedro desea que, este domingo, el Reus logre superar al Granada, aunque la tierra tire. No en vano es abonado del club desde 1980. Dispone del número 123.

Castaño ha sacado hacia adelante a su familia como autónomo en un negocio de distribución de café. Absolutamente futbolero, en sus tiempos de juventud llegó a militar en el Reddis. Sus ojos han gozado y sufrido con el Reus. Le ha visto padecer en los campos de Primera Catalana y alcanzar la gloria en los de Segunda División. Junto a su hijo, también de nombre Pedro y fisio del equipo Genuine rojinegro, no se pierden ni un sólo domingo de cita en el Estadi. Disponen de acomodo en la zona de tribuna alta.

Nacido en la localidad de Caniles, al norte de Granada, Pedro no pierde la pista al Granada, rival del Reus este domingo. «Cada partido lo vemos en casa, aunque sea desde lejos, también le sigo», admite. En el Estadi podrá comprobar el estado de sus dos equipos del alma, en un enfrentamiento histórico. «Que el Reus esté en Segunda es algo buenísimo porque le da un nombre a la ciudad, aunque pienso que las cosas se podrían hacer un poco mejor. Sé que cuesta, pero al Estadi deberían ir 5.000 personas cada domingo», reafirma.

En casa de los Castaño se admira profundamente el fútbol de Vítor Silva. «Hace mucho tiempo que nos disfrutábamos de un jugador así». Desean que en diciembre pueda competir de nuevo con la camiseta rojinegra.

La actividad de Pedro como abonado del Reus no ha terminado en los partidos del Estadi. Ha viajado en algunas ocasiones para animar al equipo. Incluso, toda la familia vio, en el estadio del Cornellà, como el Reus se proclamaba campeón de Segunda B en en mayo de 2016, con aquel gol histórico histórico de Ricardo Vaz.