Pedro Mosquera y sus veranos de hockey en Reus

El jugador del Deportivo, rival del Nàstic esta jornada,  fue un asiduo al Campus que Alejandro Avencilla organizaba en el Reus Deportiu a finales de los 90

13 febrero 2019 19:18 | Actualizado a 15 febrero 2019 17:26
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La llegada del verano se convertía en sinónimo de excursión para los chicos que practicaban hockey en el colegio Santa María del Mar, uno de los centros con mayor tradición en A Coruña. Bajo la tutela de Antonio Cancela, un entusiasta del stick, y de Juan Copa, actualmente técnico del histórico Liceo, aquellos pequeños soñadores emprendían aventura. Hablamos de finales de los años 90. El destino de aquel viaje llevaba nombre y apellidos; el Campus que Alejandro Avecilla organizaba por aquel entonces en el Reus Deportiu.

Avecilla, olímpico en Barcelona 1992 y uno de los mejores delanteros de la historia del hockey, exprimía sus últimos años de carrera en la capital del Baix Camp, donde todavía reside y posee un restaurante totalmente acondicionado con recuerdos de su carrera. Para los niños de A Coruña era ídolo y espejo. Antonio y Copa recogían entre 30 y 40 jóvenes de toda la ciudad, los subían a un avión y ponían rumbo a Reus. Todo para aprender del mito.

En aquella saga de futuras estrellas asomaba un chaval menudito y rubio, tímido, aunque con un talento especial. Se desenvolvía con una naturalidad inusual a su edad sobre unos patines, enseñaba malabares con el stick. Pedro Mosquera (La Coruña, 1988) nunca presumía de superioridad ante sus compañeros. Solía juntarse con Pablo Cancela, moreno, hijo de Antonio y de una familia vinculada al deporte sobre patines. Pablo se hartaba de liderar y marcar goles ya en aquella época. Hoy luce en el mundo profesional. Concretamente, en el Oliveirense portugués.

Si Pablo decidió mantenerse en el camino del hockey, a Pedro en aquellos tiempos se le presentaba un duro dilema. Hasta categoría alevín compaginó hockey y fútbol, inconsciente de que algún día el destino le iba a obligar a decidir. Un factor marcó la decisión. La llamada del Real Madrid le cambió la vida. Antes, le dio tiempo a proclamarse bronce de España de hockey con aquella camada de Santa María del Mar, a las órdenes de Antonio Cancela.

El Deportivo no disponía en aquellos años de fútbol de academia. Sólo invertía esfuerzos en el juvenil y el filial, además de la primera plantilla. El club gallego fue invitado a acudir al prestigioso torneo de Brunete para alevines y creó una selección con los mejores chicos de A Coruña. En ella incluyó a Pedro Mosquera, que no sólo llamó la atención de los cazatalentos en Brunete, también en un torneo internacional en Tenerife. Real Madrid, Barcelona y Arsenal se lanzaron a por él. Se marchó a Madrid con apenas 13 años.

Curiosamente, el Real le aconsejó que no participara en aquel campeonato de España de hockey, pero él se negó. Le dolió tanto dejar el stick que no traicionó a sus compañeros. La medalla de bronce estatal cerró su idilio con el hockey.

Mosquera, cinéfilo declarado y amante del surf, dispone de pequeños récords en la Fábrica del Real Madrid. Lució brazalete de capitán en todos los equipos del fútbol formativo blanco. Se mantiene como el futbolista que más partidos ha disputado con el Castilla. En 2010, Manuel Pellegrini le hizo debutar con la primera plantilla en Getafe.

Amigo íntimo de Juan Mata, el gallego ha regresado a casa con el afán de devolver al Deportivo a Primera. Se ganó la admiración de los hinchas, que valoraron que prefiriera perder dinero y renunciar al Valencia para vestir de blanquiazul.

Para este sábado, ante el Nàstic, su participación está en duda por lesión.

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