Pepín, de Torreforta a brillar en Italia

José Machín Dicombo ‘Pepín’ (Guinea Ecuatorial, 1996) ha alcanzado la madurez como futbolista. En la Serie B ha encontrado el escenario predilecto para explotar sus virtudes. Ya nadie duda de que ese niño que despuntó en La Floresta para acabar fichando por el Barça va a tener una carrera profesional por delante. Y eso que tuvo que abandonar La Masía para fichar por el Nàstic con el que brilló de tal manera que acabó regresando a la cantera de un Primera como el Málaga. En la Costa del Sol, Pepín prosiguió con su crecimiento y fichó por la Roma, que lo reclutó para su Juvenil con el que disputó la UEFA Youth League.

En su segundo año como profesional, la Roma lo cedió al Brescia, conjunto mítico de la Segunda División italiana. Allí Pepín explotó. Desde un comienzo fue un fijo y volvió a gozar de esa regularidad que todavía no había encontrado en el fútbol profesional, la pasada temporada militó cedido en el Trapani y la Roma donde no acabó de cuajar. «Brescia fue muy importante para mí ya que el año anterior no tuve muchas oportunidades de jugar y en Brescia pude jugar todos los partidos de la primera vuelta. He recuperado la confianza al sentirme importante un equipo», asegura el mediocentro. 

Su rendimiento en el Brescia no pasó desapercibido para el Pescara, quien solicitó la cesión del futbolista de Torreforta en el mercado invernal. Pepín no dudó en aceptar la oferta. El salto cualitativo era enorme, porque este conjunto estaba en aquel momento peleando por meterse en el play off ascenso. Todo lo contrario que el Brescia, un conjunto que por aquel entonces tenía la permanencia como objetivo principal. «La Roma decide que lo mejor es que cambie de aires e ir a otro club con otras expectativas que al final no se han cumplido», afirma Pepín. 

El de Torreforta ha visto como ha pasado de llegar a un equipo que acechaba la promoción de ascenso a estar peleando por no descender a la Serie C, aunque este es un objetivo que tiene muy cerca ya que en la actualidad están a más de un choque del descenso. 

Tras un comienzo un tanto difícil en el Pescara, Pepín fue cogiendo peso en el equipo a pesar de tener que vivir hasta dos movimientos en el banquillo del Pescara. Sin embargo, ha sido con Giuseppe Pillon con el que se ha sentido por fin importante. «Al inicio tuve problemas, pero una vez cambiaron de entrenador tuve algunos minutos y con el nuevo cambio de entrenador me he ganado la titularidad y estoy dando resultados y sobre todo ayudando al equipo que es lo más importante», explica el internacional absoluto por Guinea Ecuatorial en declaraciones al Diari. 

Antes, tuvo la oportunidad de jugar a las órdenes de Zdenek Zeman, un mítico técnico italiano que siempre ha sido un defensor del fútbol ofensivo y se ha declarado en contra del famoso cattenacio. Pepín no oculta que trabajar con él es «muy particular», tanto por su manera de ver el fútbol como por la manera que tiene de relacionarse con sus jugadores.

Un año de contrato con la Roma

A Pepín todavía le resta un año de contrato con la Roma. El salto al primer equipo se le resiste y por eso es consciente de que este verano puede ser clave para el devenir de su carrera, al menos en un futuro inmediato. Por eso habla con cautela de la próxima temporada. «Me queda un año de contrato con la Roma y pienso que al acabar la temporada nos sentaremos y veremos qué es lo mejor para mi carrera como para club», explica el centrocampista. 

Pepín afrontará la temporada que viene como la tercera a nivel profesional en su corta carrera. Su crecimiento es imparable y está respondiendo a las expectativas que se generaron desde que era bien pequeño. Ofertas no le faltarán si la Roma decide que el curso que viene tampoco tiene hueco en la primera plantilla.