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Las pretemporadas sirven para preparar al equipo física y tácticamente, preocupación del cuerpo técnico, y de cara a la afición comenzar a conocer a los nuevos jugadores. Sobre todo, cuando ha sido un verano tan intenso que solo siguen en la plantilla cinco jugadores que finalizaron el curso con el primer equipo. Es momento de flechazos. Futbolistas que enamoran a la parroquia con sus primeras aportaciones y otros que apuntan a ganársela paso a paso con trabajo y sacrificio.
En los primeros aparece, sin lugar a dudas, Pol Ballesteros. El delantero de Vilassar de Mar venía avisando desde Sabadell, donde jugó cedido el pasado campenato de Segunda B. Su temporada en el conjunto arlequinado fue de menos a más. En la primera vuelta tan solo disputó 10 partidos (1 gol). El segundo tramo del curso lo jugó todo y más de la mitad de los encuentros de titular, con cuatro dianas.
La llegada de Kiko Ramírez lo cambió todo. Seligrat no le daba cancha, pero el técnico tarraconense confió ciegamente en el extremo y Ballesteros se ganó a la grada de la Nova Creu Alta y a la nueva dirección deportiva del Nàstic que decidió recuperar al jugador para el proyecto en Segunda B.
A sus 22 años, el mayor de los Pol de la plantilla (Valentín es el mediano y Prats el más joven) ha aprovechado los dos amistosos del Nàstic en el Nou Estadi para exhibir su velocidad, potencia y habilidad en el uno contra uno. Frente al Zaragoza regaló un golazo con recorte hacia el interior y zapatazo.
Contra el Girona su ingreso en el terreno de juego en el segundo tiempo revolucionó al equipo. Le puso otra marcha por el costado izquierdo para llevar de cabeza a la defensa gerundense. Supo conectar con Jonathan Pereira para generar una clara ocasión de gol y fabricó la jugada que acabó con el tanto de Lolo Plá. Peleó por el balón, se deshizo del defensor y entrevió la llegada del extremeño para servirle el tanto. Ballesteros ha olido que este puede ser su año y no está por la labor de dejarlo perder.
En el amistoso contra el Girona volvió a destacar positivamente Jorge Carreón. El futbolista boliviano ha recalado este verano en Tarragona, procedente del Terrassa, para reforzar al CF Pobla, aunque tiene muchos números de entrar en la dinámica del primer equipo y sumar muchos minutos. Su rigor táctico y lectura de la situación del juego en todo momento se ha ganado la confianza del cuerpo técnico.
Carreón ha jugado de interior, en el carril del ‘6’ o del ‘8’, asociándose fácil con sus compañeros. Es un futbolista operario. De los que interviene para darle dos vueltas a las tuercas del motor sin apenas levantar ruido y dotarlo de dos velocidades más. Ha dibujado una trayectoria que de cumplirla, apunta a las alturas.
Las buenas sensaciones individuales no finalizan con ellos dos. Ni mucho menos. Bernabé, Juan Rodríguez, Goldar, Bonilla, Pol Valentín, Javi Márquez, Petcoff, Jonathan Pereira, Pol Prats, etc. han ofrecido momentos para ilusionar a la afición. Todos ellos deben seguir asimilando el modelo de Xavi Bartolo. Esos mecanismos imprescindibles que harán volar al Nàstic y feliz a todos los parroquianos del Nou Estadi.
