Pol Ballesteros, tres años más de grana

Esta temporada suma cuatro goles en liga pese a ser solo un partido titular

24 marzo 2021 16:30 | Actualizado a 24 marzo 2021 16:33
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Pol Ballesteros (Vilassar de Mar, 1996) se ha convertido en la primera de las renovaciones que el Nàstic quiere ir anunciado en las próximas semanas. La entidad tarraconense tiene claro que quiere darle continuidad a gran parte del grupo que está brillando esta temporada sea cual sea las dos categorías a las que optan a jugar los granas el próximos curso (PRO o Segunda División).

El Nàstic anunció la continuidad del extremo barcelonense para las tres próximas temporadas en un movimiento respaldado por una afición que siempre ha tenido un especial cariño por un futbolista que ha llegado al primer equipo en un camino largo y duro, pero en el que ha impuesto su talento y sus ganas de triunfar en la que considera su casa. Por ello ha decidido quedarse porque entiende que no hay mejor escenario para el progreso que Tarragona. La entidad también ha considerado que su continuidad era una prioridad, puesto que los cuatro goles que suma pese a que solo ha sido titular en un partido con el Nàstic le avalan. Es un jugador con todavía mucho margen de crecimiento y se entiende que su futuro brillante en el Nou Estadi.

Pol Ballesteros llegó a la Pobla en la temporada 2017/2018. Lo hizo tras una aventura desilusionante en el Lorca en la que fue su primera aventura efímera en el bronce. Ahí apareció la figura de David Comamala para cerrarle, entendiendo que Pol Ballesteros era un jugador muy interesante con el que reforzar al filial. Lo fue porque rápidamente dejó evidencias que su fútbol era diferente, atrevido, ofensivo y gustoso. Uno de esos jugadores que llama la atención nada verle sobre el verde porque rinde culto al extremo que lo intenta una y otra vez en un fútbol donde cada vez el regateador anda más en extinción.

Héroe en Sabadell

Su buena temporada en el filial le permitió dar el salto de manera definitiva al fútbol de bronce. Lo hizo con un Sabadell en el que comenzó sin demasiadas oportunidades, con precisamente Toni Seligrat en el banquillo, pero en el que acabó siendo el héroe de la salvación con ya Antonio Hildago en el banco arlequinado. Fue autor de un doblete frente al Olot que le dio la salvación al Sabadell en una temporada en la que finalizó con cinco goles en 29 partidos en liga.

Su buen año coincidió con el descenso del Nàstic y ahí se dio la oportunidad perfecta para que los caminos de ambos se unieran. Ballesteros era un jugador que ya había demostrado que podía ser determinante en el bronce y el conjunto grana necesitaba futbolistas con proyección para intentar cuanto antes el regreso al fútbol profesional.

La temporada pasada de Pol Ballesteros fue buena en líneas generales y pese a terminar de manera abrupta por el coronavirus. Con Xavi Bartolo fue uno de los jugadores más utilizados y Toni Seligrat, a diferencia de en el Sabadell, le dio más oportunidades. En total acumuló 29 partidos, 18 de ellos como titular, en los que anotó dos goles.

Este curso está siendo distinto para un Pol Ballesteros que está viviendo una nueva realidad. Le ha tocado adoptar el rol de revulsivo, aunque la realidad es que durante gran parte de la temporada ha merecido algo más. Los números están ahí y sus cuatro goles en lo que va de curso le reafirman como una de las principales amenazas de los granas en fase ofensiva. Más mérito tiene todavía si se tiene en cuenta que todos estos goles han llegado en una temporada en la que solo ha sido titular en un partido. Fue ante el Prat en el Sagnier y anotó un gol y fue sustituido en el descanso.

¿Más que un revulsivo?

En ese escenario de revulsivo, Pol Ballesteros se ha rebelado y ha demostrado que su crecimiento sigue siendo firme. Es un jugador que ha mejorado mucho en la toma de decisiones y que ha ganado gol. Ahora acumula varias jornadas sin marcar, pero su influencia en el verde cuando sale del banquillo sigue siendo evidente. Quiere ser titular y pelea por ello. Ahora ya sabe que su futuro seguirá en Tarragona y es consciente de que lucir la grana en Segunda División es el objetivo prioritario de todos. Ya sea desde el banquillo o en el once titular, pero Ballesteros quiere ser pieza clave en el ascenso al fútbol profesional, ese que nunca ha pisado y con el que sueña con firmeza.

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