Pol Domingo, progreso sin estridencias

Hace poco más de un año debutó en partido oficial con el Nàstic y a día de hoy ya es una pieza importantísima para el primer equipo grana

20 febrero 2021 19:00 | Actualizado a 20 febrero 2021 19:02
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El 11 de enero de 2020 fue el día en el que Pol Domingo debutó con la camiseta del Nàstic en partido oficial frente al Zaragoza en Copa del Rey. Un debut soñado y esperado, puesto que sus actuaciones en la Pobla no ofrecían dudas y exponían que la cantera grana tenía un molde de central de élite entre sus manos. Un talento al que cuidar y al que el primer equipo le esperaba de manera oficial más pronto que tarde.

Poco más de un año después todos los presagios positivos que corrían alrededor de la figura del futbolista de la Pobla de Montornés se han cumplido. Su ascendencia en el Nàstic va a más y la etiqueta de promesa se ha ido para siempre. Pol Domingo es ya una realidad irrefutable en la que Toni Seligrat confía plenamente.

Su importancia en el equipo ha ido más y ya se puede decir sin titubeos que es uno de los jugadores con más presente y futuro de la primera plantilla. Un animal competitivo que se arropa en su fiabilidad, polivalencia y que tiene a afición y cuerpo técnico absolutamente a sus pies.

Entró en dinámica en 2020

La temporada pasada firmó tan buena nota en su debut ante el Zaragoza que Toni Seligrat no dudó en volver a tirar de él en el siguiente partido liguero ante el Llagostera. Esta vez en el carril izquierdo volvió a ofrecer una actuación sin estridencias que sirvió para evidenciar que el filial grana ya era historia para el defensa tarraconense. Finalmente acumuló ocho partidos en liga (cinco de ellos como titular) antes del final abrupto de la temporada por el coronavirus.

Esta pretemporada no comenzó con buen pie, ya que Pol Domingo tardó en incorporarse junto a sus compañeros, ya que sufrió una lesión en el tobillo días antes de comenzar los entrenamientos con el primer equipo. Aquello dificultó su inicio de curso, pero el de la Pobla de Montornés se sobrepuso sin problemas.

Su debut este curso en liga se dilató hasta el 8 de noviembre en el Municipal de Sagnier frente al Prat. Lo hizo en el lateral derecho y para variar volvió a ofrecer un encuentro notable en el que no acumuló fallos notorios. Así es Pol Domingo un seguro de vida al que apenas se le recuerdan errores graves con la camiseta del Nàstic. Calidad defensiva, físico descomunal y frialdad son las tres virtudes que le definen sobre el terreno de juego.

A nadie sorprende que el progreso del defensa tarraconense siga a rajatabla la hoja de ruta esplendorosa que se le marcaba en la cantera grana en la que ingresó con solo 8 años para jugar en el Alevín D junto a su hermano Joan Domingo. Este curso ya ha superado el número de partidos disputado el curso pasado. Diez encuentros acumula en liga con la entidad tarraconense, siendo titular en seis de ellos. El lateral derecho y el centro de la zaga han sido los dos lugares del terreno de juego que ha ocupado en un claro reflejo de su maravillosa polivalencia.

Pieza importante y polivalente

Esta cifra de partidos no le convierte en pieza indiscutible, pero sí en pieza importante y eso tiene mucho mérito ante el nivel de la plantilla. Pol convive con la élite y pelea por un puesto en la defensa o en el lateral con jugadores de la talla de Carlos Albarrán, Marc Trilles o Jesús Rueda. Ahí está su pelea y ni mucho menos se está amedrentando, elevando considerablemente el techo competitivo de la plantilla.

En los dos últimos partidos, Pol Domingo ha aprovechado las ausencias de Jesús Rueda y Marc Trilles para regresar a la titularidad ofreciendo ese rendimiento sin sobresaltos que tanto valor le da. Ni Toni Seligrat mira ya su DNI (21 años) porque su nivel de juego es una cosa muy seria. Un sub 23 de lujo al que el fútbol profesional le espera pronto si sigue con esa progresión constante en la que vive inmerso.

Restan cinco partidos de primera fase y si no hay sorpresas luego será el turno para la segunda fase. Pol Domingo ya ha dejado claro en lo que va de temporada que a él no le impone ni el rival ni el contexto.

Especialista en su jugar su partido y salir siempre con un notable debajo del brazo se ha ganado la confianza de todos. El Nàstic tiene central para años. Cuestión de atarlo y cuidarlo.

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