Toca dejar atrás el affaire de El Sadar. Seguro que será la comidilla en las gradas del Nou Estadi, pero es el momento de que los jugadores hablen sobre el césped. El objetivo no es baladí. Llega otro de los necesitados del grupo, el Sevilla Atlético, y no puede convertirse en un rival más que se va con alas del Nou Estadi.
Los granas tienen que volver a cumplir ante su afición. Ya hace dos meses de la última alegría (2-0 ante el Granada el 11 de octubre) y el déficit de puntos en casa es lo que le está impidiendo salir de la maraña de equipos enredados en el descenso.
Para recibir al Sevilla Atlético, Rodri podrá contar con toda la dinamita arriba. Uche y Barreiro llegan a punto para brindar su visión de gol y desatascar la deuda pendiente con la afición. La vuelta de los dos delanteros es una dosis de calma. Entre ambos suman mas de la mitad de los goles del equipo, 10, y el nigeriano ya marcó a los andaluces en el 1-1 del año pasado.
Después de dos semanas sin competir, el técnico barcelonés ha dado mucho importancia al trabajo psicológico de cara a acabar con la maldición en casa. «Debemos ver que tenemos el apoyo de la afición desde el minuto uno, como en las semanas anteriores. Tenemos que luchar y aprender de los errores», ha afirmado.
La enfermería grana empieza a vaciarse y Bustos, Perone, Jean Luc y Delgado, que no viajó a Pamplona por una contusión, también estarán disponibles. No así Sergio Tejera, que sigue recuperándose del esguince que sufrió en el ligamento cruzado interno.
El filial sevillista es el único de la categoría con peores números que el Nàstic como local. Sin embargo, los hombres de Tevenet sólo han perdido en tres ocasiones lejos de su feudo y la última hace ya ocho jornadas.
Desde entonces, el cuadro andaluz acumula siete partidos consecutivos puntuando. Es cierto que han dejado atrás un arranque horrible, aunque sus resultados estas últimas semanas no son tan halagüeños, con una única victoria y seis empates.