Rayco decanta el miniderbi (Pobla 1-0 Reus B)

Pol Valentín emergió por el costado derecho con la fuerza un huracán, corría el minuto 38. Nadie esperaba esa carrera desbocada por la banda. Fue superando rivales con una facilidad asombrosa. Era sencillamente incontenible, al menos dentro de la legalidad. Un defensa rojinegro no controló sus instintos y lo derrumbó en las profundidades del área. El colegiado señaló el punto de penalti. Rayco lanzó la pena máxima con una frialdad brillante.

La Pobla se adelantaba cuando más estaba sufriendo. El Reus B estaba atrincherando a los granas. Sus posesiones eran largas y anestésicas. La agonía se vislumbraba en los semblantes de los pupilos de Pavón. Los rojinegros atisbaban sonrisas ante el horizonte que estaba tomando. En el 34’, Xavi Jaime fusiló desde la frontal con un zurdazo destinado al delirio. El palo evitó que los visitantes se pusieran por delante en el marcador de forma merecida.

Sin embargo, antes, la puesta en escena de la Pobla había sido superior. De hecho, los granas tuvieron una clarísima ocasión de gol en el 4’ de juego. Brugi se plantó ante Sillero, pero el remate del delantero grana encontró una mano salvadora del portero rojinegro.

Aquella fue una jugada que no actuó como preludio a lo que iba a ser el partido. El Reus B superó el ímpetu inicial de la Pobla y se adueñó del esférico. Los granas se atrincheraron de manera evidente. El ejercicio de resistencia y desgaste al que iban a tener que someterse los hombres de Pavón era importante.

Al descanso se llegó con cero a uno en el marcador. La reanudación no presentó sobresaltos para ninguno de los dos conjuntos. Ambos filiales parecían citarse para los minutos finales. La Pobla se sentía muy cómoda en el terreno de la intrascendencia. El Reus B, por otro lado, se desquiciaba con el paso de los minutos. Los de Albesa no lograban encontrar la fluidez suficiente en la medular como para batir las dos trincheras granas.

A punto estuvo Pol de sentenciar el encuentro para los granas el 77’. Sin embargo, su disparo cargado de veneno se encontró con un Sillero especialmente acertado. Aquel fue el detonante de unos compases finales repletos de emoción. Los rojinegros tuvieron el empate en un libre directo botado por Xavi Jaime que Perales sacó de la escuadra. El ejercicio de resistencia de los granas había dado sus frutos. Primera victoria de la era Pavón.