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Vero Garcia (Club de Rem Tortosa) (24 años) logró hace algunos días la medalla de oro en el Campeonato de España de Remoergómetro que se celebró en Amposta. La remera de la EMD de Campredó cumple su cuarto año en el Centre de Tecnificació que la Federació tiene en Banyoles, donde se prepara para las competiciones, compaginando el mundo del deporte con los estudios del último año del grado de enfermería que cursa en la Universidad de Girona.
La joven explica que «es un poco estresante, pero este año tengo menos clases y estoy más tranquila». Ayudan a seguir adelante resultados como los que obtuvo en la capital del Montsià: «esta fue la primera competición importante que tuvimos que afrontar. Terminé primera en Amposta y la verdad es que estoy muy contenta, porque no me esperaba este resultado. Para ser sincera, no me esperaba ni conseguir medalla; a pesar del éxito, no logré mi mejor marca. El año pasado, en el mismo campeonato, pude realizar un mejor registro, lo que me hace reflexionar sobre qué tengo que trabajar para seguir mejorando». Éste buen resultado se une al ya conseguido el pasado año, cuando Vero fue primera en el Estatal en la modalidad de 2 sin absoluto.
Tras cubrir la cita ampostina, la del Baix Ebre seguirá entrenando fuerte para llegar en las mejores condiciones posibles a marzo, mes en el que tomará parte en una competición en Sevilla que servirá para ganar el acceso a la Selección Española. Ella misma explica que «tengo como objetivo repetir medalla, algo que logré el año pasado, cuando fui tercera; este año es muy complicado, pero lo intentaremos». Vero sigue diciendo que «también lucharé para ir al Mundial absoluto que se celebrará a finales de agosto en Aiguabellette, Francia».
La ebrense está lejos de su tierra, pero explica que «cada dos o tres semanas nos dejan ir a casa, y entonces estamos un fin de semana entrenando en Tortosa. Hasta hace cuatro años, que fue cuando subí a Banyoles, me entrenaba Josep Pla. Siempre he entrenado con él».
La relación de Vero con el mundo del remo viene de lejos: «empecé porque mi padre era remero y compañero de Josep Pla, que después fue mi entrenador. El remo lo había vivido desde pequeña y mi padre me enseñó». A la hora de hablar de futuros retos ambiciosos como competir en unos Juegos Olímpicos, afirma que «en el mundo del remo es una meta muy complicada llegar a unos Juegos, y en mi categoría todavía más, ya que únicamente pueden ir 12 botes. A pesar de todo, este es mi objetivo, y ojalá pueda alcanzarlo algún día».
