Javier Ribelles asume galones en el Nàstic

Javier Ribelles fue el protagonista de una sorprendente y decepcionante historia el curso pasado. Llegó en el mercado invernal para reforzar la sala de máquinas del Nàstic. Los tarraconenses alcanzaron un acuerdo con el Unionistas de Salamanca y se llevaron al valenciano tras previo pago de la cláusula. La ilusión era máxima para el jugador y para Toni Seligrat, su gran aval. El técnico grana le conocía de haberse medido varias veces contra él en anteriores campañas en el grupo III con el pivote todavía en tierras valencianas (Atlético Levante y Alcoyano).

Sin embargo, todo el optimismo inicial se desvaneció de manera efímera. De repente y sin avisar llegó un contratiempo de firmes consecuencias. En el segundo entrenamiento del centrocampista con sus compañeros, Ribelles sintió un dolor en el pie que no era buen presagio. Las pruebas confirmaron los malos presagios y la fractura del quinto metatarsiano le iba a dejar en el dique seco varios meses. La llegada de más refuerzos en invierno provocó que se quedara sin ficha.

El final de la temporada abrupta permitió no sentir ese vacío. No había fútbol ni para él ni para nadie y eso le permitió recuperarse de la dolencia con tiempo. Ribelles, licenciado en Medicina, aprovechó el confinamiento para ponerse a tono y pensar ya en el próximo año. Su historia con el Nàstic no había empezado con buen pie, pero había toda una temporada por delante para resarcirse.

El verano llegó y el mediocentro valenciano apretó los dientes desde un primer momento. Era tiempo de convencer a Toni Seligrat y competir por un puesto en el once titular. La competencia no era sencilla, ya que en teoría partía Fran Miranda por delante de él.

Los partidos de verano fueron pasando y su rendimiento fue creciendo. Ribelles es uno de esos futbolistas que no hace demasiado ruido. Discreto y fiable en su juego, es un jugador del que todo compañero habla bien. Aporta al colectivo y trabaja en silencio. El Nàstic agradece su presencia en la medular, ya que le inyecta madurez y poso.

El centrocampista valenciano se ha erigido como una de las grandes sorpresas del verano. Sobre todo, ha brillado en fase defensiva en la que ha demostrado ser un jugador que aporta equilibrio y trabajo. Roba balones y distribuye sin estridencias el cuero. Un claro prototipo del pivote defensivo que toda medular con tres hombres reclama.

Ribelles ha brillado durante el estío y se ha convertido en un ‘fichaje sorpresa’ para el Nàstic. Pocos se acordaban de él, pero ahora la afición grana ya le tiene entre sus protegidos. De momento, fue titular ante el Ebro en el primer partido oficial de la temporada por delante de Fran Miranda. Toni Seligrat premió su gran pretemporada y le puso antes que el teórico ‘5’ titular. Ante el Barça B será otra historia, pero todo apunta a que el valenciano tiene muchos números de comenzar como titular en el Johan Cruyff. El trabajo en silencio comienza a dar sus frutos. Javi Ribelles es el cirujano grana.