Riudoms, entre Gaudí y el CF Reus

En Riudoms se suspira cierta libertad romántica. Hace día de sol y los obreros intentan decorar las calles con un mejor asfalto. No escapas del ruido del taladro y de algún tractor que pasea su potencia por las calles, aunque se respira cierto encanto. En la plazoleta central existen los chascarrillos entre amigos y conocidos, entre almuerzos potentes de proteínas. Los lazos amarillos decoran el lugar.

Nadie olvida los presos políticos catalanes. En todo caso, entre esos corrillos se monopoliza una noticia que parece haber caído de pie en ese lugar fronterizo con Reus. El posible exilio del CF Reus a la población con la construcción de un nuevo estadio jerarquiza los debates. 

En la terraza de la Confitería, uno de los puntos de encuentro más tradicionales entre las pandillas del pueblo, dos jóvenes compaginan el café con la primera página del Diari. Sonríen mucho. El humor también forma parte del proceso. Los dos comparten también el mismo nombre, Pau, y aplauden ese traslado del CF Reus.

«Somos gente de fútbol, nos gusta mucho, así que para Riudoms, pensamos que es un buena noticia», reflejan, mientras leen atentos todos los detalles. Los Paus celebran su juventud con una pasión por el balón que comparten desde la infancia. Uno de ellos ya ha iniciado sus primeros pasos como entrenador en categorías inferiores. 

En el interior del local, un grupo de amigas queda sorprendida por la presencia del Diari, aunque Trini no se asusta. «¿Què patarrufen els reusencs?», suelta.

No hay discusión en el beneficio que supondría el aterrizaje del CF Reus. «Nosotros no tenemos la culpa de que vengan aquí. Para Riudoms es una buena noticia». Marisa, Dolors, Isabel, Carmelita y Trini especulan sobre dónde se construirá el nuevo estadio. «Por allí detrás del Bon Área, junto a la Comarcal».

Entre intercambio de opiniones y carcajadas interrumpe Gaudí y el eterno dilema. «Tu noi, d’on creus què és Gaudí?. Va nèixer aquí a Riudoms, eh». Queda poco espacio para la duda ante afirmaciones tan contundentes.

Riudoms, ahora, ya no sólo discute por la legalidad y las raíces de su Gaudí. También añade al CF Reus en sus conversaciones de café y probablemente de sobremesa. 

La valentía de las amigas llega a puntos desorbitados. Avisan. «Escolta, noi. que no es cobra per l’entrevista o hem d’anar al Sálvame?». Así se despiden de la visita inesperada del Diari. La mañana, para ellas, salió de la habitual normalidad gracias al CF Reus, aunque ni siquiera pudieran imaginarlo.

El modesto club de fútbol de la población tampoco ve con malos ojos la construcción del estadio rojinegro en Riudoms. Su presidente, Josep Maria Lleó, atendie al Diari con normalidad rutinaria.

La noticia no ha alterado el funcionamiento habitual del club. «Nosotros no tenemos nada que decir. Se trata de una entidad privada que necesita construir un campo y nosotros no tenemos ningún problema en que lo haga aquí». Lleó añade que «tampoco creo que para la gente de las dos ciudades resulte una gran dificultad acudir al nuevo campo, porque estaría muy cerca».

Durante el día, los perfiles de entidades sociales de Riudoms en la red emiten comunicados bromistas sobre la noticia. Por ejemplo, La Calderera Casal Riudoms publica una foto de Gaudí junto a otra del escudo del CF Reus boca abajo.

El lema; «No mos fareu reusencs». Una buena muestra de la realidad simpática que vive el pueblo de Riudoms, que se dirime entre dos tierras. Entre Gaudí y el CF Reus.