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Con 28 años de carrera en los banquillos a sus espaldas -la mayoría de ellas en la ACB y con un paso por el CB Tarragona (2003/05), Salva Maldonado (Barcelona, 60 años) se toma un respiro. Ya no siente esa necesidad de entrenar por entrenar en la elite. Hace tiempo que desterró la tensión que supone la espera a que un club llame a tu puerta. Ahora es él el que decide. Y ninguno, hasta el momento, le ha convencido más que formar parte del área de selecciones de la Federació Catalana de Bàsquet como subdirector.
¿Goza de buena salud el baloncesto catalán?
Sí, como siempre lo ha estado. Evolucionando. Una de las mejores maneras de medirla es en el número de practicantes y clubes y son altos. Dentro de los problemas económicos que hay los clubes han seguido apostando por el básquet de forma altruista. Otra cosa son los resultados. A nivel de selecciones autonómicas todas las federaciones van evolucionando y la llegada de jugadores de fuera que participan en los torneos autonómicos ha igualado la competición. En femenino seguimos por encima del resto y todavía tenemos margen.
¿El baloncesto es un sector especialmente afectado por los vaivenes económicos?
Todo está ligado con los medios de comunicación. El fútbol vive de la televisión. Si le quitas los millones de las transmisión se iría a pique. Sí, tiene afición, pero al final viven de la televisión. El básquet de ACB todavía saca algo pero a nivel federativo tienes lo que tienes. Comenzando porque las competiciones federativas no son profesionales con todo lo que ello implica en inversión y relaciones laborales. Tampoco los sponsors tienen apoyo institucional. Una ley de patrocinio, como tienen otros países, que les diera contraprestaciones y facilite que apuesten por los clubes deportivos. Lastra mucho. Vives de lo que generas y eso es lo que socios, directivos y padres ponen de su bolsillo.
¿El éxito de la Selección Española, con cinco jugadores catalanes, ayuda en algo a mejorar el baloncesto catalán?
Puede ayudar a nivel mediático y con ello el hecho de que puedan llegar más sponsors, pero no para incrementar el número de practicantes. La base es amplia.
Como seleccionador Absoluto de Catalunya, ¿en qué lugar mundial situarías a una hipotética Selecció Catalana?
Si de la selección española campeona del mundo tienes cinco, algo tienes. Hay muchos más jugadores detrás. Y el femenino. Comenzaríamos por el nivel C y subiríamos arrasando al nivel B. Y de ahí entraríamos a compararnos con equipos como Lituania o Eslovenia. Incluso mejor si la trabajásemos desde abajo. Estaríamos entre los 15 mejores.
Desde Berni Álvarez, el Camp de Tarragona no ha vuelto a tener un jugador en la ACB, ¿por qué cree que cuesta tanto?
Depende del número de practicantes. Cuanta más base más opciones. No creo en la genética. Si el CBT, Reus o Valls estuvieran en LEB Oro quizás empujaría a que hubiera más posibilidades porque habría más jugadores y alguno sería buenísimo.
¿Hay potencial en el territorio para establecerse en LEB y porqué no, llegar a ACB?
En mi época en el CBT estuvimos cerca de conseguirlo. Es difícil entender que Tarragona no tenga un equipo en LEB. No quiero meterme contra las instituciones, por el apoyo, pero choca que un equipo de la capital de la provincia no tenga suficiente apoyo como para estar en LEB. La tiene Lleida y Girona. Quizás sirva para reaccionar y subir con impulso.
¿Su incorporación en la Federació Catalana significa dejar de lado los banquillos?
Quiere decir que no estaré en casa esperando a que me salga una oportunidad para volver a un banquillo ACB. He estado 28 años y ahora no tengo el cuerpo con esa urgencia de esperar que me llame un club o coger cualquier proyecto. Si se da lo contemplaré, pero tengo otras motivaciones en mi vida. No he cerrado las puertas de la ACB, pero tampoco me va la vida por no entrenar a un ACB. Voy al día a día.
¿Cómo se mantiene un entrenador tantos años en la élite?
Manteniendo la ilusión y relativizando las situaciones. Si un entrenador lleva tantos años en la elite es porque las cosas han funcionado. Es complicado. Hay momentos buenos, de rachas, y otros no tanto. Lleva desgaste personal y muchos cambios constantes.
Ha vivido la irrupción de la Euroliga. ¿En qué medida ha afectado a la ACB?
Ha afectado. Los clubes grandes han encontrar una competición con poder mediático y dinero. Eso ha castigado mucho a la ACB a nivel económico y obliga a todos a espabilar y buscar su espacio.
