Sara Caballero, la primera de muchas

Su pasión le ha llevado a convertirse en la primera entrenadora del fútbol provincial que dirige a un equipo de territorial masculino: el CD Benissanet, de 4ª Catalana

19 mayo 2017 15:33 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:33
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La historia del deporte es un cúmulo de relatos de superación, de esfuerzo y de sacrificio para llegar hasta el máximo nivel competitivo. Es también, a menudo, gran vehículo para transmitir valores, para enseñar sobre compañerismo y constancia. Eso sí, hay otra cara en la moneda: si eres mujer, el juego que tendrás que jugar es muy distinto.

Si eres mujer, darlo todo será solamente una parte de la ecuación. Luego vendrán los titulares que hablen sobre tu forma de vestir fuera de la pista, las miradas de desaprobación de quienes juzguen tu género y no tu trabajo. Vendrá la cara oscura del deporte, la retrógrada y hermética visión de un mundo de hombres y para hombres.

Sara Caballero no tiene ninguna intención de dar la razón al lado machista del deporte: se ha convertido, este año, en la primera entrenadora de un equipo regional de las Terres de l’Ebre y el Camp de Tarragona. Se sienta ahora en el banquillo del CD Benissanet, de Cuarta Catalana, después de que el míster del equipo tuviera que abandonar el equipo en marzo por motivos personales.

El fútbol le corre por las venas. Se inició de niña en el Falset Esportiu, y ha pasado desde entonces por combinados de fútbol 11, 7 y fútbol sala. También militó en las filas de conjuntos como Tortosa, Ascó y Móra la Nova, y su experiencia en los equipos mixtos en los que jugó le mostró ya la «carga» que supone ser mujer: «juegas con chicos y siempre te encuentras a alguien que te insulta, que te ataca, solo por ser chica», explica Sara Caballero. Su faceta de entrenadora arrancó combinando dos de sus pasiones: el fútbol y trabajar con niños. Ha entrenado, durante los últimos años, a equipos de benjamín, prebenjamín y cadete, y a sus 23 años debuta ahora como entrenadora de un primer equipo. No es algo que puedan decir muchas, y es que el fútbol puede llegar a dar miedo para una chica: «Esto es un deporte de hombres. Conozco a chicas que entrenan en el fútbol base, pero muy pocas. Esto es una cosa de hombres, aunque yo no lo piense. Yo tengo carácter y por eso me esfuerzo para tirarlo adelante». Sara sabe que esto tiene que cambiar y que, tarde o temprano, crecerá el número de mujeres en el fútbol: «La cosa irá avanzando, que ya estamos en el siglo XXI. Muchas chicas aún están cohibidas por el qué diran».

Sin embargo, su experiencia al mando del primer equipo del CD Benissanet ha sido buena hasta el momento: «Está siendo una buena experiencia, aunque la gente al principio estaba algo sorprendida».

Sara Caballero llega a esta nueva etapa con fuerza y con ganas. Ha tomado el mando en el Benissanet y la pasión que transmite hace que los jugadores hayan accedido a entrenar con más frecuencia. Ha topado con un proyecto abatido y está haciendo lo posible para revertir la situación y devolver al conjunto el hambre de victorias.

De cara al futuro, Sara lo tiene claro: quiere seguir dedicándose como entrenadora. No sabe si con los niños o con el equipo senior, pero sabe con seguridad que quiere crecer y mejorar en los banquillos: «No sabría que hacer sin el fútbol. Un fin de semana no es fin de semana si no hay partido, y yo quiero seguir disfrutando como entrenadora».

Su caso es uno de pocos. Sin embargo, es también un indicio esperanzador de que algo está cambiando: chicas como Sara Caballero demuestran que el fútbol no es cosa de hombres, y que los que critican desde el machismo lo hacen sin fundamento. Esperemos que su historia sea la primera de muchos y que, en unos años, podamos ver un número mucho mayor de entrenadoras.

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