Sergi Roberto, la cara y la cruz de un tenso clásico

El reusense fue autor de la asistencia del primer gol del Barça y fue expulsado justo antes del descanso

07 mayo 2018 17:51 | Actualizado a 07 mayo 2018 17:58
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Sergi Roberto acaparó todos los focos en el clásico cuando en el minuto 10 encontró un hueco en la espalda de Marcelo y salió desbocado por el flanco derecho. Recibió el cuero y cuando llegó a línea de fondo no tuvo dudas en la ejecución. Alzó la cabeza y metió un centro tenso al segundo palo. Allí esperaba Luis Suárez, un depredador del área. El charrúa no tutibeó. Ejecutó y celebró. 

El gol había sido del uruguayo pero a los ojos del fútbol la asistencia de Sergi Roberto no había pasado desapercibida. Porque la complejidad era extrema y el reusense tiró un centro de manual. Si su pase hubiese sido un poco menos impreciso, con casi total seguridad ese balón no hubiese llegado a Luis Suárez.

Más allá de la jugada del gol, la realidad es que el Barça encontró la superioridad por el flanco derecho con Sergi Roberto aprovechando los espacios que generaba Messi, quien partía de la derecha para acabar ocupando el centro y ayudar en la elaboración. Lo cierto es que cuando el Barça tuvo la posesión, Marcelo sufrió.

Sin embargo, el clásico comenzó a inclinarse del lado blanco cuando Cristiano empató y Kroos y Modric comenzaron a mandar en la medular. El Barça perdió el balón y con ello, Sergi Roberto tuvo que comedirse más a la hora de incorporarse al ataque. 

En fase defensiva, el reusense tuvo que hacer frente a un Marcelo que le buscó las cosquillas en el mano a mano. El Real Madrid suele ser un equipo que ataca mucho por banda para posteriormente finalizar las jugadas con centros laterales. 

El gol blanco nació por su banda

De hecho, el tanto del empate de los blancos nació en la banda derecha y Sergi Roberto fue testigo directo de como se hirvanaba la jugada de la igualada. Cristiano Ronaldo le encaró en el pico del área y esperó a que Toni Kroos le desdoblará. El reusense le cerró el interior, pero no pudo hacer nada para evitar que el pase le llegase al alemán. Kroos centró de manera sutil para un Benzema que apareció en el segundo palo y conectó un cabezazo tenso a la boca de gol que empujó Cristiano llegando desde segunda línea. 

Más allá del tanto, Sergi Roberto pudo contener dentro de lo que cabe las constantes subidas de Marcelo, pero finalmente acabó cayendo en un lance del juego que el brasileño buscó de manera intencionada. 

Corría el minuto 45 y con el descanso en el horizonte inmediato, cuando Marcelo fue a chocar a drede con Sergi Roberto cuando el balón no andaba por medio. El reusense cayó en la trampa y le soltó un manotazo al brasileño quien no dudó en exagerar el golpe recibido para provocar la expulsión del lateral derecho del Barça. Hernández Hernández, quien estaba muy bien situado en la jugada, no dudó y le sacó la roja directa al jugador de Reus. El Barça se quedaba con diez para indignación de los locales y tranquilidad de los visitantes. 

El colegiado del clásico reflejó en el acta del partido lo siguiente: «Sergi Roberto fue expulsado por golpear a un adversario con su brazo, con el uso de fuerza excesiva, no estando el balón a distancia de ser jugado».

El de Reus había pasado de poner por delante el Barça en el clásico a dejarlo con diez con empate en el marcador. Curiosamente, veía la segunda expulsión en toda su carrera como el futbolista azulgrana. La segunda consecutiva ya que también había sido expulsado en su último partido con el conjunto culé en Balaídos ante el Celta cuando en el minuto 71 derribó a un adversario en una ocasión manifiesta de gol. Por ello, el reusense no compareció en Riazor en el partido en el que el Barça se proclamó campeón de Liga de manera oficial. 

Sergi Roberto será sancionado con casi total seguridad con dos partidos tras su expulsión por roja directa ante el Real Madrid. Así al menos se entiende si se consulta el Código Disciplinario de la RFEF y su artículo 114 en el que reza lo siguiente: «En aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos». El clásico que comenzó como un cuento y acabó como una pesadilla. 

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