Superpao 58, la niña piloto obligada a bajarse de la moto

Paola Ramos protagonizó en 2019 la mejor temporada de su corta trayectoria deportiva. ‘Superpao 58’ -así conocen en el paddock a esta niña piloto tarraconense de 12 años- ganó carreras, subió al podio en todos los circuitos en los que compitió, peleó por el título  interautonómico de Moto5 hasta la última prueba del calendario y se alzó con el subcampeonato. Su valentía, técnica y pilotaje levantaron elogios y piropos de medio mundo a través de las redes sociales, donde acumula cientos de fans. Incluso se había generado una enorme expectación para saber en qué categoría iba a competir esta próxima temporada la jovencísima corredora que rinde homenaje en su carenado al recordado Marco Simoncelli.  

La noticia, sin embargo, es otra. Por inexplicable que parezca la falta de suficientes patrocinadores para sustentar una nueva campaña obligan a Pao a bajarse de la moto. «Nos vemos obligados a dejarlo después de muchos intentos por conseguir algo de esponsorización y de aguantar hasta prácticamente un mes de que comience la nueva temporada», explica la madre de Paola, Evelyn. «Pensábamos que sería mucho más fácil poder continuar, pero desgraciadamente no ha sido así. Llega la hora de ser realistas y aquí sin un respaldo económico importante es imposible seguir, indistintamente de los resultados», añade.

Pao tenía dos opciones sobre la mesa. O dar el salto al Campeonato de España de velocidad, lo que suponía la necesidad de encontrar 40.000 euros únicamente para costear la moto para las carreras (el precio era más asequible del convencional por su trayectoria pero aún así debían contabilizar aparte los gastos de entrenamientos y desplazamientos); o bien seguir en el Campeonato Interautonómico, que ascendía a 10.000 euros fijos más los extras.

Las ayudas no alcanzan ni para uno ni para otro, y los padres de Pao no pueden permitirse otra  temporada como 2019 que arrancaron sin tener cerrado el presupuesto. Se habían incrementado los patrocinadores -Apetéceme fue el principal- y les están del todo agradecidos, pero aún así tuvieron que aportar muchísimo dinero de su bolsillo para cubrir todos los gastos.

Paola, que compite ininterrumpidamente desde los seis años, tenía asegurados para este 2020 de nuevo a dos de sus patrocinadores más fieles en su trayectoria, Neumáticos Mahón y Suministros BigMat de Murcia. Una ayuda sin embargo insuficiente.

Superpao seguirá montando en moto y entrenando de vez en cuando, pero esta vez por puro placer como hace su padre, Kike. A la espera de un milagro, sus fans se quedarán sin verla encima de una moto de carreras en una competición oficial de velocidad.

En las últimas horas los paolistas le  mandan incontables mensajes de apoyo. «Es una lástima que se quede sin poder correr esta campeona y es triste que en deportes que mueven tanto dinero desperdicien a tanto talento»; «Tristemente vemos como ser piloto... pero mujer, también es un hándicap»; «Es un mundo muy difícil y sin los apoyos económicos necesarios puede suponer la ruina; a veces una retirada a tiempo es una victoria»; «Esperamos que sea solo una temporada en blanco y vuelvas pronto a abrir gas como tú sabes», le dicen.