The bandit, la loca carrera de los bandidos

Carreras de montaña. Marc Fernández importa la idea de la Barkley Marathon, una prueba en la que los 40 participantes apenas tienen información de lo que deberán afrontar

08 julio 2020 06:40 | Actualizado a 08 julio 2020 10:50
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En los últimos años las carreras de montañas se han popularizado hasta el punto que resulta difícil encontrar diferencias entre ellas, más allá de las obvias como distancia o lugar. Pocas pruebas escapan de las aglomeraciones. El ilerdense afincado en Miami Platja Marc Fernández, conocido por organizar la Vandekames, decidió hace tiempo que quería impulsar algo diferente. Como él dice, «recuperar la esencia de esas carreras de hace años en las que más que enfrentarte con los otros corredores buscabas una aventura individual». La idea le llegó procedente de Tennesse (Estados Unidos).

En 1986 Gary Cantrell, conocido como ‘Lazarus Lake’ diseñó una prueba totalmente novedosa. Inspirándose en la fuga de James Earl Ray, el asesino de Martin Luther King, de la prisión estatal de Brushy Mountain en la misma Tennesee (recorrió 13 kilómetros en 55 horas) creó la Barkley Marathons, una carrera rodeada en el misterio en la que los participantes apenas conocen nada más allá de que tiene lugar en Frozen Head State Park. Ni cuándo Cantrell se encenderá su cigarro, señal de salida de la prueba. Ni los kilómetros que tiene. Mucho menos el recorrido que deberán seguir. Solo saben que tienen 60 horas para completar unos 160 km en cinco vueltas (o sectores) en las que deberán recoger páginas de un libro escondido. Ni un segundo más como pudo comprobar Gary Robbins que esperaba poder convertirse en el 18º ‘finishers’ (finalizadores). Lazarus Lake denegó tal honor por seis segundos. Y es que el objetivo del organizador es que ningún participante finalice la carrera. Algo que ha conseguido en las últimas dos ediciones. Ese es el mismo espíritu que inspira la The Bandit, la locura. «Espero que nadie pueda acabarla», admite su organizador, Marc Fernández.

Si la fuga fustrada del asesino de Martin Luther King fue la inspiración de Gary Catrell, el tarraconense ha optado por la historia de Pere Joan Barceló i Anguera, mejor conocido como Carrasquet o Carrasclet. «La travesía quiere mostrar los rincones y lugares por los que circulaba ‘Carrasclet’, así como también, sus vías de escapatoria para librar sus guerrillas contra los borbones», explica Fernández. Una información que determina la zona donde tendrá lugar la primera edición de The Bandit, el Priorat.

De la misma manera que en la carrera americana, el primer paso para poder participar en The Bandit es hacerse con el correo de la organización, una tarea nada sencilla puesto que todo lo referente a la prueba es escueta. Después una breve descripción de porqué quieren disputarla. Marc Fernández tiene a sus 40 valientes. Deportistas que ya pueden prepararse porque si no, «no acabará ni la primera vuelta».

Para empezar, cada participante deberá contar un asistente y solo podrá llevar una brújula y el mapa que les ofrecerá la organización en cada vuelta junto con el dorsal -diferente para cada uno de los sectores-. El plano ofrecido será atípico. Los corredores no esperen encontrar nombres y detalles para facilitar la localización de los libros. Todo lo contrario. «Igual es un mapa de los años 70», advierte Fernández. Disponen de nueve horas para completar cada una de las vueltas de incierto recorrido y poder conseguir los cinco sellos en el pasaporte.

Marc solo concede un detalle. «El inicio será de noche». A partir de ahí, «¿Desnivel positivo? Mucho. ¿Desnivel negativo? Bastante. ¿Distancia total? A saber», responde el organizador asegurando que habrán muchas otras sorpresas durante la travesía.

Además la carrera tiene una vertiente solidaria. La inscripción de la carrera no tiene coste económico alguno, pero los participantes sí que tendrán que aportar 10 kilogramos de alimentos destinados al Banc d’Aliments. Eso y la bandera de su municipio, región, comunidad o país, lo que mejor se sientan representados.

The Bandit será una aventura nómada. La próxima edición no será en el mismo sitio, sino que cambiará de zona. «Tenemos cerrada la siguiente ubicación para el año que viene. Porque no queremos que el proyecto tenga límites ni fronteras».

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