Todo punto es poco (Nàstic 0-0 Sporting)

El Nàstic vuelve a mostrar su mejor versión, la que aparece en el Nou Estadi, pero solo le sirve para empatar sin goles ante el Sporting de Gijón

20 abril 2019 19:25 | Actualizado a 23 abril 2019 10:11
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El empate sin goles dejó satisfecho a las poco más de 3.000 personas que plantaron cara a la lluvia y acudieron al Nou Estadi para ver el Nàstic. Son esos fieles irreductibles que pase lo que pase siempre estarán al lado del equipo. Que les da igual estar virtualmente descendidos porque lo suyo va más allá de una mala temporada.

El suyo es un sentimiento que desafía a la ciencia. Una fórmula indescifrable que solo pide una mezcla de sentimiento y pasión en el césped. Si lo obtienen exhuman satisfacción. Por eso la imagen de un Sporting con olor a play-off contra las cuerdas, sometido ante un Nàstic más bravo que lúcido, fue suficiente para que la lluviosa tarde de Semana Santa no fuera totalmente malversada.

A nivel numérico el punto es insignificante. La salvación sigue a 9 años luz. Valió ver el esfuerzo de Luis Suárez su conexión con un Uche metido en el partido, la recuperación definitiva de Ramiro Guerra, la intensidad de Imanol y Thioune o la sensible mejora del equipo en defensa.

Enrique Martín volvió a hacer de las suyas. Sin venir a cuento, sentó a Bernabé. No se trata de cuestionar la presencia de Becerra bajo. La discusión es entorno al momento. Si el cambio genera más problemas que soluciones.

La portería no fue lo único que sacudió el entrenador navarro. Insistió con Ramiro Guerra y esta vez el centrocampista uruguayo aguantó el tipo y completó un gran partido. Funcionó con precisión en el pivote. Actuó de ancla y también de generador de fútbol. Copó el carril central ganando multitud de balones. Unos por colocación y otros en lucha con el adversario. En ningún momento se escondió, sino que se ofreció en todas las zonas del campo para darle una salida fácil al compañero. Apareció hasta en el balcón del área rival con un golpeo duro que fue amortiguado por los defensores asturianos antes de acabar en los brazos del portero.

Partió el Sporting con mucho más ánimo que el Nàstic. Los asturianos asediaron el arco de Becerra sin encontrar oposición. Les faltó la chispa final para rematar al cuadro grana nada más empezar, que ha sido uno de los denominadores comunes de las últimas derrotas tarraconenses. Al Nàstic le cuesta levantar resultados adversos. Nunca lo ha conseguido esta temporada y eso es uno de los detalles que los técnicos rivales más analíticos detectan a las primeras de cambio. Esta vez, el equipo de Enrique Martín aguantó el chaparrón

Sobrevivió a ese mal rato y empezó a escribir sus argumentos de victoria.  El equipo fue ganando terreno obligando al Sporting a recular. Puso una marcha más en la presión y consiguió llevar el encuentro al campo rival. Escasearon las ocasiones pero consiguieron mantener al Sporting alejado del área.

Una vez en territorio rival, emergió, otra vez, la figura de Luis Suárez. El colombiano representa el alma del Nàstic. El futbolista que la afición quiere. Un tipo duro que se parte la cara en cada acción. Un jugador de raza con el que siempre se puede contar sin miedo a que te pueda fallar. Luego le faltará más o menos criterio y acierto pero nunca ahorra en esfuerzos. De ahí que llegue al final de los encuentros completamente exhausto.

Tuvo una de las mejores oportunidades de gol. Se perfiló por el ataque derecho y disparó con rosca buscando el palo largo. Mariño rozó con los dedos el esférico y lo despejó.

Los esfuerzos del Nàstic en campo contrario pecaron de horizontalidad. Los cambios de juego no encontraron la precisión necesaria para sorprender y los ataques morían antes de llegar a los últimos metros. Mejoró y mucho ese aspecto el Nàstic en el segundo tiempo. Uche y Luis Suárez fueron conectando más. El nigeriano ganó por alto todo los balones que le mandaban desde atrás ofreciendo esas segundas jugadas para un Luis Suárez que lo pedía todo. En un combinación de ambos pudo llegar el 1-0 a la hora de juego. Uché le colocó el balón con la cabeza al piso para que el cafetero destripará el balón. La enganchó con tanta fuerza que casi la saca del Nou Estadi.

El conjunto grana empequeñeció a ese Sporting que había sumado 19 de los últimos 21 puntos. Limitó sus virtudes para obligarle a bajar al barro. A costearse el empate centímetro a centímetro. No le concedió más que alguna ocasión muy aislada. La más clara un remate de Cofie que blocó bien Becerra. El Nàstic lo intentó hasta el final, como deben hacerlo incluso cuando las matemáticas dicten sentencia.

0- Nàstic: Becerra; Fali, Noguera, Mikel Villanueva; Pipa, Ramiro Guerra (Javi Márquez, min. 63), Imanol, Thioune, Abraham; Luis Suárez (Kanté, min. 77) y Uche (Sadik, min. 86).

0- Real Sporting: Mariño; Geraldes, Babin, Peybernes, Canella; Álvaro Traver (Pérez, min. 82), Cofie, Nacho Méndez (Cristian, min. 70), Ivi (Carmona, min. 60); Djurjevic y Álex Alegría.

Árbitro: Oliver de la Fuente Ramos (comité castellano-leonés). Mostró cartulina amarilla a Mikel Villanueva (min.25), Fali (min.42), Javi Márquez (min.93) por parte local; y a Ivi (min.51) por parte visitante.

Incidencias: Encuentro de la 35a jornada de la Liga 1/2/3, disputado en el Nou Estadi de Tarragona ante 3.112 espectadores.

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