Toni Seligrat: «Segunda B es una categoría defensiva»

El entrenador del Nàstic explica su visión de la división de bronce en la que el talento ofensivo no abunda mientras que el rigor táctico es excelente

18 septiembre 2020 05:50 | Actualizado a 19 septiembre 2020 12:28
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El entrenador del Nàstic, Toni Seligrat (Torrent, 51 años), arrastra desde hace muchos años el cartel de entrenador defensivo y poco amigo de la juventud. Un ‘sambenito’ que trata de lidiar esgrimiendo una realidad innegable: en Segunda B, especialmente en el grupo 3, o te adaptas a las circunstancias y a los distintos escenarios o te das de bruces con el suelo.

Un final que de ninguna manera quiere para ‘su’ Nàstic. Porque por muy atípico que sea este curso por el Covid-19 el objetivo sigue siendo ascender.

¡Qué pretemporada más atípica!

Pues sí. Todo lo que hemos hecho este año y esta temporada es tan anormal y atípica que ha costado mucho más. Comenzar a trabajar sin saber ni cuándo iba a arrancar el campeonato ni cómo, por la presunta remodelación de la categoría, hacían que te cuestionaras si debías iniciar los entrenamientos. Tomamos la decisión de empezar antes pese a la incertidumbre y creo que hemos acertado.

¿Se puede uno acostumbrar a jugar sin público?

Espero que no. Seguramente lo haríamos igual que los esquimales se acostumbran a vivir en el Polo Norte, en un iglú. Pero ¡ qué hábito más malo! No me gustaría hacerlo. El fútbol no es lo mismo.

¿Dejaría que entrara público?

No me gusta chafar charcos de casa de los demás. Bastante tengo con los míos. Quiero creer que hay personas preparadas cuya trabajo es analizar las posibilidades de que haya público en los estadios. Tenemos que confiar en ellos.

Jugar a puerta vacía cambia el escenario porque se oye todo.

En los tres partidos que he jugado ha habido momentos en los que no me ha gustado lo que he visto en el terreno de juego. Pero si sales y lo manifiestas te escucha todo el mundo. Antes no prestabas atención, ahora voy con mucho cuidado. Sobre todo si son indicaciones negativas.

¿Se ha aclarado con el sistema de competición?

Más o menos. Once equipos y veinte partidos. Pero ahora llego a la cuarta jornada de liga y a la última. Barça B, Badalona, Olot, Prat y cerramos la primera fase en Cornellà. No necesito más.

Cambia la percepción de la temporada. Normalmente se dice que el curso se decide a partir de marzo. Este año el primer tramo es crucial.

Este sistema de competición hace que sea un año más corto. Además, como pasó el curso pasado que si se corta, cogen la clasificación que haya en ese momento. Todo eso hace que sea fundamental comenzar bien. No hay tiempo de segundas vueltas.

¿Es el subgrupo más difícil?

No lo sé, pero siempre he creído que el grupo 3 es el más competitivo de todos. Los equipos de nivel (de play-off) son similares en todos los grupos, pero el vagón de cola, los equipos de la zona baja, en el caso del grupo 3 es durísimo. Eso provoca una dificultad tremenda para ganar a cualquiera. En tu campo o en el del rival. El Hércules acabó el año pasado en la parte de abajo. En otro grupo eso es prácticamente imposible. Este año estamos en el subgrupo catalán cuya dificultad añadida es que seis campos son de césped artificial y este tipo de campo lo iguala todo. Es igual que tengas más o menos talento, allí se juega un tipo de fútbol que el local domina a la perfección y tú tienes que adaptarte y ser mejor.

Da la impresión que este año el equipo está más cómodo en el papel de protagonista.

Es que no tiene nada que ver con el año pasado. Este año comenzamos de cero. Todos. Yo el primero. Cuando llegué cogí un equipo trabajado, confeccionado y acostumbrado a hacer las cosas de una manera determinada. Luego llego yo y la opción que decido es adaptarme a lo bueno que encuentro y cambiar lo que puedo para hacer un equipo más competitivo. Para mí es una temporada más de adaptación que de intervención. Ahora empiezo de cero y es mucho más fácil.

Los periodistas nos obsesionamos con los dibujos tácticos, ¿le da mucha importancia a fijar esa estructura en el campo?

Si no tienes una estructura sólida es igual el dibujo que hagas porque todo se va a desmoronar. Esquema táctico y estructura van de la mano. Lo que voy a intentar con los jugadores que tenemos, la categoría que estamos y lo que queremos conseguir es encontrar el mejor dibujo para que nuestros futbolistas rindan y ganemos.

En defensa hemos podido ver esa estructura firme con el 4-1-4-1 pero en ataque parece algo más desdibujado.

Hay que tener en cuenta que los tres primeros partidos que hemos jugado han sido contra un equipo de Champions League y otro de ‘Champions’ de Segunda División. Equipos muy superiores a nosotros en todo. Contra este tipo de equipos lo que más cuesta es atacarles y si tenemos que sacar conclusiones de nuestro ataque ante estos equipos es difícil. Más que los dibujos es un tema de conceptos. Que el equipo los tenga asumidos. Tanto a nivel defensivo como ofensivo. Nunca he coaccionado la libertad de los jugadores, pero dentro de un orden. En Segunda B hay muy poco talento ofensivo. Porque cuando un jugador marca diferencias en ataque, vuela de la categoría. No pasa lo mismo con un gran defensor. Hay centrales buenísimos de 30 años que como su equipo no ascienda no tocará el fútbol profesional. En resumen, en Segunda B te encuentras con un gran rigor táctico y sistemas defensivos muy trabajados, mientras que dispones de un nivel ofensivo justo para superarlo. Es una categoría más defensiva que ofensiva.

Todos los fichajes tienen un perfil similar. Son jugadores con mucha experiencia en la categoría.

El 75% de los equipos que juegan cada jornada en el grupo 3 de Segunda B hacen cada semana una media de uno o cero goles. Seligrat no entrena 15 equipos, pero parece que el defensivo solamente soy yo.

No le estaba diciendo que sea un entrenador defensivo. Le preguntaba sobre el tipo de jugador que ha llegado.

A eso iba ahora. ¿Eso quiere decir que no cuente con los jóvenes? No te imaginas la cantidad de jugadores jóvenes que he tenido que están en el fútbol profesional. Pero mira un dato. De los cuatro equipos que han ascendido, ¿sabes cuántos futbolistas sub-23 tenían en el once inicial? Cero. En Segunda B, si hay un jugador menor de 23 años con protagonismo en el juego o antes de Navidad o la temporada siguiente se marcha a un filial. Es muy difícil tener y atraer talento joven. Están todos en filiales. El mercado funciona así.

¿No quedar entre los tres primeros sería un fracaso?

Una de las cosas que más me gustan del Nàstic es la exigencia. Pero no me va a exigir más de lo que yo mismo me exijo. Yo quiero ganar todos los partidos y si no, al menos, no perderlos. Me motiva. La exigencia es subir de categoría y para eso hay que quedar entre los tres primeros.

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