Toque a la seguridad privada

El Nàstic recoge las quejas de varios aficionados sobre la actuación de los agentes de la empresa privada del Nou Estadi

19 mayo 2017 16:23 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:10
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El Nàstic se reunirá hoy con la empresa BarnaPorters, encargada de la seguridad del Nou Estadi los días de partido, para trasladarle las quejas de los aficionados por la actuación de sus agentes. En los últimos días, varios seguidores grana han expresado en las redes el desagradable trato que reciben por parte de miembros de la seguridad privada en los accesos al estadio. Denuncian cacheos exagerados, actitudes despóticas y prohibiciones de entrar con ropa de determinadas marcas.

El club ha tomado nota y el propio presidente Josep Maria Andreu aseguró ayer en los micrófonos de Tarragona Ràdio que este sábado, el partido Nàstic-Numancia «también será una final para la empresa de seguridad». El dirigente tarraconense afirmó en la emisora local que «si recibimos alguna crítica más, no continuará trabajando para el club».

Las actuaciones de los cuerpos de seguridad, ya sean públicos o privados, siempre generan críticas. A veces resulta difícil encontrar el punto de equilibrio entre los procedimientos a seguir para cumplir con la normativa y una actuación proporcionada.

Hace dos años, a raíz del asesinato de Francisco Javier Romero Taboada ‘Jimmy’, miembro del grupo ultra del Deportivo de la Coruña Riazor Blues a manos de ultras del Atlético, la LFP impulsó una circular que exigía un mayor control por parte de los propios clubes sobre los colectivos considerados ‘ultra’.

Las nuevas pautas, basadas en la Ley (la 19/2007, de 11 de julio) contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, introdujeron una serie de medidas para controlar los objetos introducidos en los estadios y especialmente en las gradas de animación.

Los paraguas de golf o con punta metálica e incluso el papel higiénico se añadieron a los elementos prohibidos que ya marca la propia ley. «Con la normativa en la mano se puede impedir la introducción de paraguas, pero siempre intentamos poner cordura y hacer una interpretación más laxa los días que amenaza lluvia porque entendemos que hay que buscar un punto de acuerdo entre la comodidad de los socios y el cumplimiento de la normativa», señala Jordi Ruiz, responsable de la seguridad del club.

Los aficionados del Gol Nord del Nou Estadi, donde se ubica la Penya Orgull Grana, son objeto de las interpretaciones más restrictivas de la normativa por parte de Mossos d’Esquadra y de la seguridad privada del estadio. Cualquier símbolo susceptible de ser asociado con una ideología extrema (de derechas o izquierdas) queda inmediatamente señalado y prohibido.

Ciertamente, existen marcas de moda incluidas en el manual de simbología por la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte por ser habituales entre grupos radicales. Algunas son conocidas ampliamente puesto que está vinculadas con movimientos skins, pero otras, utilizadas por todo tipo de personas, pasan más desapercibidas.

Es el caso de Vans, que también aparece en el manual de simbología de la Oficina Nacional de Deportes (OND) por, supuestamente, «esconder en su interior un símbolo nazi». La marca fundada en California por Paul Van Doren en 1966 es vestimenta habitual entre amantes del skateboarding y deportes extremos así como marca favorita de los grupos de punk-rock de los años 90. Ben Sherman, Lonsdale, Fred Perry o Dr. Martens también tienen que hacer frente al estigma de figurar en el manual de la OND.

El desconocimiento de los agentes convierte imágenes, grupos de música (los geniales Led Zeppelin, sin ir más lejos) y otros símbolos inocuos en peligrosos, provocando que los jóvenes deban prescindir de sus camisetas o entrar con ellas del revés para superar el registro en la entrada.

La introducción de instrumentos de animación como megáfonos, bombos o tambores también están sujetos a una serie de requisitos por la circular de LaLiga. Los principales son que sea utilizado únicamente por el grupo registrado en el club y que el portador del mismo sea identificado en el momento de acceder al estadio para responsabilizarle de su uso.

Según Jordi Ruiz eso fue lo que se les pidió a los miembros de la Penya Orgull Grana el pasado sábado cuando trataron de entrar con el megáfono al Nou Estadi, desmintiendo la versión del colectivo que aseguraron que se les impidió el acceso. «No es verdad, siempre que han ido a buscar el megáfono en el cuarto donde lo guardan en Gol Nord alguien del club o de la seguridad les acompañan e identifican al portador».

En cualquier caso, el club ha escuchado a sus socios y ahora quiere conocer la versión de la empresa.

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