Tottenham y Liverpool se miden en la final de Champions más inglesa

Los dos conjuntos ingleses se citan este sábado en el Wanda en la final de la Champions League (21.00 horas)

31 mayo 2019 17:50 | Actualizado a 03 junio 2019 16:31
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El fútbol inglés está de celebración. Se ha erigido como el rey del viejo continente tras declarar su reinado en un mes de mayo inolvidable. Arsenal y Chelsea disputaron este pasado miércoles como antesala al partido de esta noche la final de la Europa League que terminó con victoria para los blues. Este sábado (21.00 horas) se vivirá la gran fiesta británica en un encuentro majestuoso entre Tottenham y Liverpool correspondiente a la final de la Champions League en  el Wanda Metropolitano. En Madrid, que no en el feudo de los blancos, el Real Madrid cederá su corona tras tres años de reinado inmaculado.  

Los dos equipos que van a intentar conquistar la orejona lo han buscado con coraje y talento. Cada uno se ha apoyado en su ideario futbolístico. Por ello se puede decir que estamos ante una final en la que los entrenadores tienen un protagonismo totalmente merecido. Mauricio Pocchetino y Jürgen Klopp han sido uno de los principales responsables a la hora de cambiar la cultura del fútbol inglés. Porque han mantenido la esencia del fútbol inglés, pero le han dado una giro con ideas futbolísticas muy propias.

El Tottenham de Pochettino, un superviviente innato

El Tottenham del técnico argentino es un equipo que ha brillado en el contexto de la supervivencia. Lo suyo ha sido un camino de espinas que en ningún momento le ha resquebrajado la fe. Ya tuvo que clasificarse para los octavos de final en la última jornada de la fase de grupos como segundo tras empatar en el Camp Nou superando a PSV e Inter. En Octavos tumbó sin concesiones al Borussia.

Lo de los cuartos de final y las semifinales fueron otra película. Tanto City como Ajax llegaron como claros favoritos y los dos salieron escaldados. Los dos conjuntos llevaban brillando durante los últimos meses, mientras que el Tottenham compareció con la baja de su principal estrella, Harry Kane, y algunos futbolistas más claves en el esquema del técnico argentino.

Los de Pep Guardiola tuvieron contra las cuerdas a los Spurs, e incluso marcaron el tanto de la clasificación en la agonía que el VAR les anuló. Sin embargo, el Tottenham resistió como nadie ha hecho en esta Champions para hacer válido el 1-0 de la ida en el 4-3 de manicomio de la vuelta en el Etihad. En las semis, también plagado de bajas, tumbaron a la gran revelación de la competición en una última media hora de película que finalizó con un tanto de Lucas Moura en la última jugada del partido para meter a los de Pochettino en la final continental contra todo pronóstico.

El Liverpool de Klopp, la intensidad por bandera

El Liverpool de Jürgen Klopp se ha metido en la final porque ha practicado uno de los estilos futbolísticos más identitarios y brillantes de toda la competición. Un equipo con una intensidad descomunal que ha hecho de Anfield un escenario aterrador. En todo caso, nadie puede decir que los reds se han metido en la final de Madrid sin despeinarse.

Primero de todo, se metieron en los Octavos de final en un partido a cara de perro en la última jornada de la fase de grupos tras derrotar al Nápoles por la mínima. Todavía se recuerda la parada de Alisson en una de las últimas jugadas del partido que hubiese echado a los de Klopp de la Champions League. Finalmente, accedieron segundos a la siguiente fase por detrás del PSG.

En los Octavos de final, un Bayern claramente en decaída fue atropellado por un Liverpool que eso sí fue incapaz de tumbar en Anfield. Sin embargo, en la vuelta se vio que el nivel de ambos equipos era abismal. Uno agonizaba y el otro se encontraba en plena progresión. El 1-3 de la vuelta clasificó a los reds para los cuartos de final.

No hubo eliminatoria tal y como se pronosticaba en la ronda de cuartos. El Liverpool aplastó al Oporto de Iker Casillas de principio a fin. Le endosó un 6-1 global que permitió a los de Jürgen Kloop llegar a las semifinales con la moral por las nubes. Allí le esperó un Barça que en la ida lo destrozó sin previo aviso mediante Leo Messi. Los tres goles del argentino dejaron al Liverpool muy tocado. Prácticamente sin opciones de regresar a la final de la Champions League. Nadie contaba con Anfiel. Porque en la vuelta el escenario inglés atropelló al Barça sin miramientos y eso que el Liverpool no tenía ni a Salah ni a Firminho, dos de sus principales estrellas. Sin embargo, la exhibición fue tan mayúscula que el 4-0 final no sorprendió ante lo acontecido.

Tottenham y Liverpool se han ganado estar en la final del Wanda. Nadie les ha regalado nada. Han sufrido y han tenido que explotar hasta el fin sus principales virtudes. Pero solo vencerá uno. La historia red contra la rebelión spur. 

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