Un CF Reus irreconocible cae en Almería (Almería 2-0 CF Reus)

Un CF Reus irreconocible cae ante el Almería en un partido en el que los locales impusieron su juego vertical en todo momento. Badia salvó al cuadro rojinegro de una mayor goleada

30 septiembre 2018 14:27 | Actualizado a 30 septiembre 2018 18:48
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Perder siempre duele pero todavía lo hace más cuando un equipo no se reconoce. En el Estadio de los Juegos Mediterráneos de Almería actuó una caricatura del CF Reus. El conjunto de Xavi Bartolo fue un equipo sin ideas, que no supo manejar el tempo del partido con el balón y que vio como la propuesta rival le engulló sin miramientos. No supo salir en ese estado de manicomio en el que suele situar los partidos el Almería.

Y es que el cuadro almeriense respira fe. Se trata de un equipo que ha encandilado a su afición en este tramo inicial de trayecto con actuaciones que se arropan en resultados positivos y sensaciones añoradas. Un conjunto trabajado, consciente de cuales son sus virtudes y que está consiguiendo inclinar los guiones de los partidos de su lado. Da igual el rival que tenga enfrente, cuando los almerienses están sobre el terreno de juego, todo parece ocurrir bajo la sexta marcha.

Ante el CF Reus salió con las ideas claras. Quería un partido vivo en el que el conjunto rojinegro sintiera el agobio de manera permanente. No había pase fácil en ninguna zona del campo. La presión en bloque alto que diseñó Fran Fernández se saldó vencedora. El cuadro reusense buscaba siempre el salir jugado desde atrás, pero no tenía más remedio que acabar lanzando el balón en largo. En esa tesitura, los rojinegros pierden aura.

En fase ofensiva buscaba el vértigo en todas sus acciones. Transiciones que se arropaban en la velocidad de manera permanente. El CF Reus no se podía permitir ni un lujo de desatención. Grieta era igual a herida. Avisó Juan Carlos con el café todavía en el paladar con un disparo desde la frontal que Badia sacó de manera práctica. Fue un aviso ‘Real’.

Corría el minuto 16 cuando el Almería halló sonrisas. Fue en una jugada por banda en la que volvió a demostrar que en sus costados hay vida. Romera llegó a línea de fondo y colocó un centro tenso en boca de gol que Álvaro Giménez recogió con apetito. En todo caso, Badia complicó las cosas con una parada estratosférica en línea de gol. El rechace cayó a las botas de César de la Hoz que colocaba el cuero en el techo de la portería.

El resultado era justo e incluso se empezaba a antojar como corto ante lo que se estaba viendo en el terreno de juego. El Almería llegaba por tierra, mar y aire. El CF Reus se estaba viendo superado como pocas veces se recuerdan en sus últimos años. Daba la sensación de que el cuadro almeriense generaba peligro con una facilidad irritante.

A pesar de esa pesadilla de carne y hueso que estaba viviendo el equipo rojinegro, Linares tuvo el empate en sus botas. Fue en una jugada en la que Juan Domínguez leyó el desmarque del ariete rojinegro a la espalda de la defensa y el delantero maño se plantó a René en un mano a mano que culminó con una vaselina que no encontró puerta. Hubieran sido unos puntos de sutura claves para la herida rojinegra.

Fue un oasis. Porque la realidad es que el Almería no bajó la intensidad y el CF Reus se siguió viendo amenazado en todo momento. Álvaro Giménez generó estragos sin dar lugar al pestañeo. Aparecía por todos lados. En realidad, los cuatro jinetes ofensivos de los almerienses lo hacían. Solo hubo una buena noticia al descanso; el resultado. Perder por la mínima era una oportunidad que el destino ponía por delante.

Sin embargo, la reanudación no pudo tener un inicio más desolador. Álvaro Giménez volvió a aparecer para provocar un penalti de un temerario Mikel Villanueva que buscó el cuerpeo con una fuerza descontrolada. El árbitro no dudó en señalar el punto de penalti. Tampoco lo hizo el ‘20’ del Almería a la hora de colocar el cuero y batir a Edgar Badia. Dos a cero.

En aquel instante, todo aficionado rojinegro firmaba el dos a cero. Siempre duele firmar un resultado negativo pero hay que tener en cuenta la situación que vive este CF Reus. Para más inri, Fran Carbia se había marchado en la primera mitad por lesión dando entrada a Martí Vilà.   

En todo caso, con 2-0 el Almería replegó y el conjunto rojinegro dispuso de más balón. Ya saben lo que ocurre cuando los de Bartolo toman el mando mediante el cuero, no hay equipo al que no se le generen dudas. Habla mucho de este equipo que con una desventaja tan clara en el marcador no dejen de luchar. Lo hizo con un 4-4-2 que dibujó el técnico ilerdense en el que Enri y Linares actuaban en la doble punta del ataque.  

Pero hay que tener en cuenta que este CF Reus adolece de punch ofensivo y ayer volvió a evidenciar esta carencia. Todo lo contrario de un Almería que volvía generar estragos sin grandes estridencias de por medio. Badia todavía tendría que que sacar el flotador para hacer menos evidente el naufragio.

Xavi Bartolo ya venía avisando de que iban a llegar momentos complicados en la temporada. Este es el primero de ellos. Ahora más que nunca el vestuario rojinegro va a tener que sacar a relucir ese corazón tan gigante que ha demostrado poseer en los últimos cursos. Eso sí, ante de juzgar a los rojinegros, empatía ante todo. 

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