Los jugadores y el público del Estadio Ortega Parejo de Campclar se llevaban un susto mayúsculo este pasado lunes tras el partido disputado entre el Sant Pau y el CD la Floresta.
Tras acabar el juego, y mientras los jugadores del Sant Pau recibían las felicitaciones de padres y entrenadores, uno de los cadetes se desplomaba y empezaba a convulsionar. El joven, que había jugado los últimos 8 minutos, sufrió un infarto y fue trasladado en estado grave al Hospital Bellvitge de Barcelona donde continúa ingresado.
Afortunadamente, en el campo se encontraba el padre de uno de los chicos que trabaja como médico en el Hospital Santa Tecla y una madre que es auxiliar de enfermería. Entre ellos dos, y con la ayuda de todos los presentes, lograron mantenerlo con vida hasta la llegada de las ambulancias, unos 15 minutos más tarde.
Uno de los presentes explica al Diari que incluso estuvieron a punto de usar el DEA (desfibrilador externo automático) que había en las instalaciones, pero finalmente no fue necesario porque llegaron los efectivos del SEM.
Los sanitarios estuvieron reanimando al chico durante una hora aproximadamente y luego fue trasladado en ambulancia y derivado al Hospital Bellvitge. Esta mañana está previsto que se le retire parte de la sedación para ver como evoluciona su estado, que sigue siendo grave.