Un gallego revienta el récord de la Marató de TGN

El tarraconense Pedro Ortega presentó batalla y acabó tercero tras una gran carrera

19 mayo 2017 16:39 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:39
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raúl cosano

Dice el gallego Pedro Nimo que sólo llegar a la meta de una maratón es sentirse campeón. Él lo hizo ayer, pero además fue el primero, el más rápido, en Tarragona. Y también pulverizó la marca y logró un tiempo de 2:18:12 que es el récord de la prueba. Nadie ha corrido tan rápido como él. Dice Pedro Nimo, que también es Campeón de España de Maratón, que esto va de batallas contra uno mismo. Él se coronó entre honores, pero sabe que los éxitos son personales, casi íntimos.

El alemán Johan Kauk, de 66 años, también sintió la gloria como un titán. No acabó entre los primeros pero completó el recorrido descalzo. Tardó 4:25:38. El ilerdense Jordi Sangrà, de Fondistes Cervera, quedó el 156º de la general, pero lo más importante es que le volvió a rendir homenaje a su sobrino Xavier, muerto a los 19 años en un accidente de tráfico. Lleva su foto en la camiseta, junto al dorsal, y el lema ‘Sempre amb nosaltres’. Jordi acumula 12 maratones desde 2013, algunas en Tarragona con el joven Xavier siempre en el recuerdo.

Álex, con parálisis cerebral, estalló en un llanto de emoción en la meta de los 30 kilómetros. Allí llegó en silla de ruedas empujada por su padre y otros voluntarios del proyecto ‘Xq no Álex?’. Se quedaron lejos del podio, de los focos, pero fueron unos valientes en esta séptima edición de la Marató de Tarragona.

El tiempo dio tregua en la lluvia pero no en el mar. Las olas batían contra las rocas e inundaban el faro, por lo que la organización decidió suprimir ese trayecto siempre decisivo por el Passeig de l’Escullera y sustituir el tramo redoblando pases por el centro y por Llevant. El resultado fue una prueba más dura, con más subidas rompepiernas (la Rambla Nova o el Fortí fueron huesos), aunque el centro urbano resguardara algo del inclemente viento.

 

Camilo Santiago, rey del 10 K

Los favoritos no fallaron en su reto a pesar de esos imprevistos. El riojano Camilo Santiago arrasó en el 10K. En 30:23 liquidó la prueba que ya había ganado otros años, con casi un minuto de renta sobre Mikel Garcia (31:12) y sobre Noureddine Benmeziane (31:21).

La polaca Mariola Slusarcyk impuso su ley en féminas, con una marca de 36:56 que le permitió superar a la madrileña Tamara Sanfabio, que fue campeona de España de Maratón en 2011. Aquí marcó un crono de 37:47. Paula Hritiuc, una rumana del FC Barcelona afincada en Alforja, se agenció el bronce (39:10).

En esos primeros 10 kilómetros la pugna por la maratón se aclaraba. A Pedro Nimo no le tosió nadie. Imprimió un ritmo endiablado desde la salida del Moll de Costa y ningún rival le pudo seguir. Sólo Roger Roca, otro candidato al triunfo, aguantaba su velocidad. Ambos trotaban juntos en el kilómetro 8, a la altura de la Platja Llarga, antes de que el gallego comenzara a abrir brecha.

Las bazas tarraconenses porfiaban por detrás, entre ellas Pedro Ortega y Ferran de Torres. Nimo andaba imbatible, sobrado de inspiración. Era la primera maratón que corría después de que hace más de dos años se proclamara campeón de España. Tarragona fue una piedra de toque para preparar la de Los Ángeles.

Pronto el frío, el viento y la propia exigencia del circuito hicieron criba. Nimo se vio en cabeza destacada, aunque bien compenetrado con dos atletas que competían en el 30K. Enrique Fernández y Miguel Ferrer. El relevo entre ellos fue vital para evitar el desgaste del corredor solitario y acercarse cada uno a sus objetivos.

La alicantina Gemma Ann Selby tomó la delantera en los primeros kilómetros, aunque la gerundense Maria Garcia Alonso, a la postre vencedora y campeona de Catalunya, iba por detrás como un rayo. Por la Via Augusta se produjo el relevo, y la maratón femenina se volvió un forcejeo entre ambas, con Anna Riera explorando sus opciones. La mañana se volvía cada vez más desapacible. Chispeaba a ratos.

 

El albañil del asfalto

Tocaba dilucidar, antes que nada, el ganador en los 30 kilómetros, y ahí Enrique Fernández amarró la victoria poco a poco con más de medio minuto (1:40:11) sobre Miguel Ferrer (1:40:40), primer español y sexto europeo en la última Maratón de Nueva York. Palabras mayores para un podio de lustre y enjundia al que puso la guinda José Luis Cruz (1:45:57). En mujeres, Alba Meda (2:18:41) fue la más veloz, por delante de Laura Esther Ríos (2:21:17) y de Irene Rius (2:25:28).

Por entonces, Pedro Nimo, ese albañil del asfalto como se describe en Twitter, seguía lanzado, sin rival en los 42 kilómetros. En el 30 le sacaba cinco minutos a Roger Roca, segundo. El local Ferran de Torres se había colocado tercero a la altura del Passeig Marítim. Un poco más adelante le superaría Pedro Ortega, para embolsarse el bronce y todo un subcampeonato de Catalunya.

Nimo llegó triunfal al Moll de Costa. Se repuso al viento, al trazado raro y a ese gripazo que hacía unos días le había dejado KO para hacer saltar por los aires el registro que el año pasado había cosechado Mostafa Benslimane. Si el marroquí ganó en 2:27:54, Nimo mejoró la marca en casi diez minutos. Roger Roca fue campeón de Catalunya gracias a su segunda plaza (2:28:56) y Pedro Ortega terminó tercero (2:35:54).

En mujeres, Gemma Ann y Maria Garcia peleaban por el título. Al final Maria, que sufrió lo indecible desde el kilómetro 32, dosificó bien su renta (3:12:31) con unos pocos pero valiosísimos segundos de ventaja frente a su adversaria (3:12:54). Anna Riera recaló tras dos minutos (3:14:31).

Luego llegaron muchos más atletas, con sus gestas intransferibles. De 1.300 inscritos acabaron 960. Para los frustrados, para los que pensaron que no estuvieron a la altura, el propio Pedro Nimo, como inspirador, tiene escrito en su Twittter: «Convencido de que el fracaso es el condimento que da sabor al éxito».

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