Un maleficio que romper en Alcobendas

El Reus necesita superar al Vic, al que no ha ganado en las dos últimas temporadas, para disputar la final de la Copa del Rey. Los osonenses han jugado las dos últimas finales

19 mayo 2017 16:14 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:21
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Vic es sinónimo de dolor de cabeza. En Reus lo ha sido en los dos últimos años. Los de Pujalte se han convertido en una especie de maleficio para el Reus, aunque las estadísticas están para romperlas. Siempre existe el momento idóneo. Puede darse en Alcobendas, cuando esta tarde, dos de los miuras del hockey europeo, peleen por una plaza en la gran final de la Copa del Rey. Probablemente, la competición con mayor encanto de la temporada. 50 minutos dan para infinitas emociones. Es un todo o nada maravilloso. La Copa no permite que los especuladores sonrían.

El Reus dejó sensaciones contrariadas en los cuartos de final. Jugó minutos deliciosos al mismo tiempo que encadenó parciales deprimentes. No fue un equipo estable, condimento indispensable para poder vencerle al Vic, el equipo más riguroso del continente. Lo saben los chicos de Mariotti, muchos de ellos con un millón de batallas a sus espaldas. Al Reus le bastó con una versión light para superar al Alcobendas. El Vic le exigirá su versión más excelsa. No puede ser de otra manera en una semifinal de Copa.

Los de Ferran Pujalte han rozado la perfección en sus dos últimas apariciones coperas. Ganaron la competición en Blanes 2015. En Reus 2016 se quedaron a las puertas. Cayeron en la final ante el Barcelona. De hecho, se intercambiaron los papeles de Blanes. Con los mismos protagonistas. Al Vic tampoco le sobró nada en cuartos de final ante el Vendrell. Necesitó acudir a la heroica para remontar sobre la bocina y firmar el pase en la tanda de penaltis. En muchas fases del juego incluso fue inferior al Moritz. El primer partido de la Copa suele probar emocionalmente a los equipos. Es una noria emocional brutal.

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