Un punto de espesura (Nàstic 1-1 Prat)

Bonilla rescata un punto de penalti ante un Prat que ensombreció al Nàstic y que se debió quedar con 10 en el inicio de la segunda mitad tras una dura entrada de Putxi

07 febrero 2021 14:31 | Actualizado a 08 febrero 2021 07:21
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Caminaba el choque por un camino espeso en el que poco acontecía. Un corte de Quintanilla en el inicio de la segunda mitad que provocó la primera parada de mérito de Suárez con la camiseta del Nàstic era lo único trascendente que había sucedido con anterioridad. El conjunto grana no estaba nada cómodo en un encuentro en el que el Prat le había secado desde el primer minuto. Sin embargo, todo pudo cambiar a favor de los intereses tarraconenses, pero no fue así.

Corría el minuto 51 de partido cuando Roger Brugué halló vuelo en el carril diestro en una jugada que apuntaba a generar la primera gran ocasión para el equipo de Toni Seligrat en todo el partido. Cuando el gerundense acelera dispone de una conducción y una velocidad que lleva al rival al límite. Putxi lo traspasó. Entendió que había que frenar al 10 del Nàstic por lo civil o lo criminal, y estuvo más cerca de lo segundo que de lo primero. Nadie en el campo no dudaba de que aquella acción iba a finalizar con una roja de manual. Entrada por detrás sin balón y a una altura muy peligrosa que había puesto muy en peligro la integridad de Brugui. Solo tres personas entendieron que aquella acción no merecía la expulsión inmediata y por desgracia eran los que tenían toda la potestad del mundo para decidir. La durísima entrada se saldó con una tarjeta amarilla. Alegó el colegiado que aquello solo había sido una zancadilla. Increíble, pero cierto.

El Prat no se quedó con 10 y el partido entró en ese momento en un contexto de tensión y brega. Ahí el Nàstic siempre sale perdiendo y más si en el Nou Estadi. Lo cierto es que los granas no asimilaron bien aquel error arbitral. Todavía dándole vueltas a aquella acción apareció un ex para castigar. El ‘Chino’ Montero aprovechó un centro medido con el exterior de Diego Garzón desde la izquierda para adelantarse a un Carlos Albarrán que perdió la marca. Lució remate y colmillo con un cabezazo que superó a Suárez en el minuto 66.

Pidió perdón el talentoso mediapunta, que ahora actúa por banda izquierda por el bien del colectivo. Agradecido fue, aunque quizás no debería de serlo tanto. Reivindicó talento a puñados en la Pobla durante dos años y nadie lo tomó en serio. Este verano tenía la esperanza de recibir una llamada del primer equipo, pero solo la recibió del filial grana. La respuesta era evidente, su fútbol pedía más y otros equipos de la Segunda B sí que confiaron en él. Finalmente eligió el Sagnier para seguir creciendo y acertó en su elección. Dólera le ha dado galones y él ha respondido con cuatro goles en lo que va de curso.

El Nàstic encajó el gol y despertó del letargo. Fue Brugui el hombre que activó la maquinaria grana. El equipo andaba en un estado de desconcierto y espesura que reclamaba personalidad y talento. Si algo le sobra al de Bàscara es esas dos facetas del juego. Primero avisó con un cabezazo potente en una falta lateral que no encontró puerta de milagro. Se lamentó muchísimo el 10 grana consciente de que aquel era un partido de pocos golpes.

Solo dos minutos después, Brugui volvía a aparecer esta vez sin balón para liderar una presión sin balón que terminó emboscando al Prat en su córner derecho. Tras varios forcejeos, el gerundense se terminó llevando la bola y filtró un pase a Fullana que finalizó con un centro que dio en la mano del defensor rival. El árbitro esta vez no dudaba y señalaba penalti a favor de los granas. Javier Bonilla volvió a lucir zurda para reventar el cuero y empatar en el minuto 65. Poco le había durado la alegría al Prat y el guión invitaba a pensar en otra remontada tarraconense.

No llegaron los tres puntos para el Nàstic porque sencillamente no los mereció. Si durante los primeros 60 minutos había estado espeso, el final del encuentro no trajo nada nuevo. Lo intentaron los tarraconenses y Toni Seligrat con dos cambios más, Fran Carbia y Thomas Amang, antes habían entrado Pol Ballesteros y Joel Lasso. Sin embargo, el conjunto tarraconense no encontró nunca el dinamismo que necesitaba para superar a un intenso Prat.

De hecho, el punto se saboreaba ya como bueno visto lo visto. Y más tras una ocasión visitante en la que Bertomeu le quitó un remate a un compañero en el punto de penalti que probablemente hubiera sentenciado al Nàstic. Joel Lasso también gozó de una ocasión que venía precedida de un robo con falta del atacante grana, pero en la que Craviotto respondió con firmeza sacando un tiro cruzado.

El colista sacó un empate del feudo del líder grana e incluso fue mejor en líneas generales durante el choque. Cierto es que se debía haber quedado con diez, pero quitarle mérito a su partidazo en el Nou Estadi no sería nada justo. Este es el subgrupo A del grupo 3. Aquí no existen cenicientas. Aquí cualquier te lleva al límite. El Nàstic rascó un punto en una mañana de perros. Sigue líder y ya piensa en Andorra, el escenario ideal para dar un golpe casi definitivo.

Comentarios
Multimedia Diari