Un rival digno para el Barça de Koeman (3-1)

Fútbol. Ronald Koeman consiguió ganar en su estreno como técnico culé pero el Nàstic mantuvo el tipo durante todo el duelo con un gran despliegue defensivo

12 septiembre 2020 18:44 | Actualizado a 14 septiembre 2020 11:20
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La lógica imponía un triunfo del FC Barcelona. Ronald Koeman no podía perder en su estreno en el banquillo azulgrana. Sacó todo su arsenal de inicio. Empezando por Leo Messi, protagonista después de su ‘casimarcha’ del club. Y guardó otros ases como De Jong o Coutinho para el segundo tiempo. Al final logró su objetivo de ganar, pero no a costa de un rival de chichinabo. El Nàstic mantuvo el tipo durante todo el encuentro. Un tanto de Dembélé y otros dos de penalti, transformados por Griezmann y Coutinho, sirvieron para finiquitar un gran partido de pretemporada para ambos conjuntos.

El Nàstic sacó buena nota de lo que fue un ejercicio defensivo de máxima magnitud. No habrá equipo igual en toda la Segunda B. Ni a nivel colectivo, ni mucho menos individual, tratando de frenar a algunos de los mejores del mundo en su posición, por no hablar del mejor, Leo Messi. Fue un trabajo defensivo coral espectacular para tratarse de todo un Barça. Hubo goles, porque hubo pequeños desajustes y errores, inevitables ante la velocidad con la que los jugadores culés mueven el esférico. Pero en términos generales no si dieron facilidades. Ni decayó el espíritu aguerrido del equipo en ningún momento. Se compitió desde el principio hasta el final. Con Messi en el campo o con Konrad en el terreno de juego.

Además, pese al innegable talento defensivo que tenían delante, los granas pusieron en práctica su iniciativa ofensiva. Esa que marca ataques rápidos con profundidad por las bandas. Amang, que salió de inicio como extremo zurdo, exhibió de nuevo esa habilidad de proteger el balón pese a los envites rivales para llevarla a zona peligrosa.

Si ante el Horta Seligrat combinó dos equipos bien distintos, el once que presentó en el Estadi Johan Cruyff sí tenía más aspecto de equipo titular. La defensa pintaba a estable. Nada más fiable encontrará que Rueda y Tienza, con la licencia de un Pol Domingo que volverá para seguir ganando terreno y minutos.

Ribelles y Tienza bien podrían ser titulares de principio a fin. El pacense tiene pinta de ser el ancla del equipo. El jugador que imponga el ritmo y marque la pauta. Ante el Barcelona se erigió como el jugador más avezado en trances similares. Su experiencia sirvió para que el equipo no se descompusiera pese a la insistencia azulgrana. Como era previsible, el equipo de Koeman instaló su estructura ofensiva frente a los dominios de Wilfred, en el primer tiempo, y Gonzi, en la segunda. Lo esperaba Seligrat que propuso una fase defensiva con un medio del campo bien cargado. Una primera línea con Tienza y Bonilla, con mucha implicación de los interiores Brugui y Amang, y detrás de ellos Ribelles, protegiendo la zona entre líneas que ocupa con tanta facilidad Leo Messi.

A pesar de la agresividad grana, el primer gol del Barça llegó muy pronto. A los cinco minutos Dembélé remachó un centro raso desde la derecha que la defensa grana no supo despejar.

El 4-2-3-1 que planteó Koeman en su estreno como técnico azulgrana ofrecía mucha variabilidad en ataque. Griezmann partía de ‘9’ con Messi en la diestra y Pedri como enganche. Pero era un plan de partida. Iban variando sus posiciones para impedir que los jugadores granas cogieran referencias. La única era la de Dembélé por la izquierda. Encaró el francés pero solo superó a Albarrán cuando contó con la ayuda de Alba o Messi. Un penalti sobre Piqué permitió a Griezmann hacer el 2-0. Extraño que el francés lanzara la pena máxima con el ‘10’ en el campo.

A la media hora llegaron los minutos del Nàstic. El equipo se tranquilizó y asumió esa oportunidad que le brindaba el encuentro para asumir protagonismo. Y le sacó rédito. Bonilla recortó distancias con un tiro ajustado desde la frontal que dejó a Neto en el sitio. El defensa soriano participó de una gran parte de los goles del Nàstic la pasada temporada. Esta campaña va por el mismo camino. Seligrat ha encontrado la solución para seguir contando con su extraordinaria aportación ofensiva, ante la segura presencia de Joan Oriol en el lateral izquierdo. Reubicando a Bonilla en el interior. No lo hizo nada mal.

El 2-1 dio ánimo al Nàstic para seguir intentado acercarse a la portería de Neto. Las veces que consiguió darle velocidad a la transición sorprendió a la defensa culé. Estuvo bien Piqué para rechazar un remate de Trilles y mejor aún Neto que atrapó en dos tiempos un disparo de Amang. Fue la última acción del primer acto. Combinaron Bonilla, Oriol y el propio Amang en una acción rapidísima con jugadas al primer toque.

El segundo tiempo mantuvo el ritmo pese a los cambios. El Barça logró el tercero de penalti por manos y Seligrat terminó de probar algunos experimentos como Albarrán de central o Guiu de lateral. También para el estreno de Lucas Prudhomme, el jugador a prueba que al  menos se llevará de Tarragona un duelo ante el Barça.

FICHA TÉCNICA

 

Comentarios
Multimedia Diari