Una falta inFALIble

El Nàstic agradece cualquier bocanada de aire fresco que se le concede. Es un equipo que andaba inmerso en un bloqueo permanente y que va saliendo de ese contexto conforme se le van añadiendo nuevas piezas en forma de nuevos futbolistas. Ayer, Pipa y Thioune le dieron al equipo un salto cualitativo importante tal y como anteriormente hicieron Brugui, Salva Ferrer… Lo más importante es que se venció a un rival directo como el Córdoba y que el camino a la permanencia se encuentra ahora a cuatro puntos. Fali derrumbó a los blanquiverdes con un libre directo excelso.Todavía es un mundo pero el equipo sigue en ese estado de crecimiento que invita a soñar.

Se podía intuir viendo los once futbolistas elegidos por Enrique Martín que el Nàstic podría volver al 5-3-2. Sin embargo, el conjunto grana compareció en el Nou Estadi ante el Córdoba arropado en un 4-4-2. Otra probatura táctica de un técnico navarro que está saqueando de manera constante el equipo tanto en nombres como en dibujos.

El once inicial grana también incluía a los dos nuevos fichajes de este mercado de invierno, Thioune y Pipa. El mediocentro senegalés actuó en el doble pivote y Pipa lo hizo de extremo por la derecha. La otra gran novedad era la de Javi Jiménez en el costado izquierdo. El Nàstic comparecía ante el Córdoba con cuatro laterales naturales en un claro indicativo de que el conjunto grana iba a concentrar su fase ofensiva por los costados.

En el minuto 7 llegó la primera ocasión clara del partido. Salva Ferrer, el mejor futbolista de los granas desde que entró en la dinámica del Nàstic, recogió un balón en la medular y sorteó rivales con esa capacidad innata que tiene para engañar con la cintura. En la frontal levantó la cabeza y filtró un pase al espacio que dejó solo a Luis Suárez en boca de gol. El cafetero tuvo todo el tiempo del mundo para pensar y como bien dice Enrique Martín en la vida y en el fútbol eso no suele ser en muchas ocasiones un factor positivo. Suárez definió buscando el palo largo de la portería de Carlos Abad, pero su disparo no encontró puerta.

Lo cierto es que el Nou Estadi vio dos equipos con dos ideas de juego muy distintas. Ambos confían en ellas para conseguir la permanencia. El Nàstic es un equipo vertical, que intenta generar el desequilibrio por los costados y que en muchas ocasiones funciona por impulsos. El Córdoba es un equipo que quiere el cuero y que lo intenta circular con riesgo y fluidez. En todo caso, son dos equipos con muchos problemas y por ello el puesto en la tabla que ocupan no sorprende cuando se les ve competir. Al conjunto grana le falta punch en los metros finales y a los blanquiverdes les falta orden y contundencia defensiva.

La primera parte no tuvo un dueño y señor. El Nàstic salió protagonista, pero con el paso de los minutos perdió el control del partido. El Córdoba se adueñó del balón, pero no encontró grietas en la trinchera grana. Si en algo ha mejorado el cuadro tarraconense en las últimas semanas es en la fase defensiva y ayer volvió a dar pruebas de ello.

En la segunda mitad pudo pasar de todo en los primeros minutos. El Nàstic rozó el infierno y acabó en el cielo, instalado en campo contrario y pudiendo golear al Córdoba sino llega a ser por la poca efectividad en los metros finales; la gran asignatura pendiente de los granas ahora mismo.

Corría el minuto 48 cuando Piovaccari se lanzó como una estampida a la meta de Bernabé. Fue una jugada calcada a la que la jornada pasada frente a Las Palmas terminó en gol. En esta ocasión, Bernabé se hizo grande y achicó espacios. Su parada fue un flotador firme.

El Nàstic penalizó el error blanquiverde en el minuto 57. Fue en una jugada que sentenció el encuentro. Thioune lanzó una presión individual en bloque alta plagada de fe, algo que ha faltado en muchos de los integrantes de la plantilla en la primera vuelta. Recuperó tras robar a De las Cuevas y lanzó para un Luis Suárez que buscó el mano a mano sin premio, al menos a priori. Sufrió el acoso y derribo de un De las Cuevas que salió expulsado. Fali cogió el cuero con firmeza. Lo plantó en la frontal. Cogió carrera corta y lo clavó en la escuadra de Abad. Un golazo inflexivo. El Córdoba se había quedado con 10 y por debajo en el marcador.

En realidad, allí terminó el encuentro. El Nàstic con superioridad numérica fue infinitamente superior. Imanol y Thioune se adueñaron todavía más de la medular y construyeron y destruyeron con una exuberancia de vértigo. Fueron innumerables las ocasiones que tuvieron los granas para sentenciar el encuentro. Pipa, Luis Suárez, Uche, Pol Valentín… Todos ellos tuvieron el segundo tanto en sus botas, pero no acertaron. También tuvo el empate Piovaccari con una chilena que Bernabé desvió con un vuelo esplendido.