Una segunda vuelta salvadora

Números de playoff. Eso es lo que necesitaba el Nàstic en la segunda vuelta del campeonato para poder permanecer en la Liga 1 2 3. Un reto mayúsculo y de extremas dificultades. Juan Merino llegó al equipo en la vigésima jornada, a dos fechas de que se cerrara la primera vuelta. Los granas empataron ante Tenerife y Girona y finalizaron la primera vuelta como colista de la Segunda División con 18 puntos en su casillero, a cinco puntos de la salvación que por aquel entonces la marcaba el Alcorcón. El reto abrasaba esperanzas si se atisbaba el horizonte desolador. La salvación era vista como un objetivo cada vez más utópico.

Sin embargo, los granas dejaron claro desde principios de año que iban a luchar hasta el último minuto del último partido de la temporada. La victoria en Lugo por dos a tres en el primer encuentro de la segunda vuelta fue un claro mensaje a todos aquellos aficionados y rivales que ya veían al Nàstic como un conjunto desahuciado y con un pie en la categoría de bronce. No podían estar más equivocados. 

31 puntos ha logrado el Nàstic en esta segunda vuelta de campeonato

Y es que los granas han sumado 31 puntos desde la jornada 22, a falta del encuentro de este sábado ante el UCAM. Números impactantes y que demuestran la capacidad de reacción que ha tenido el equipo. Prácticamente han doblado la puntuación conseguida en las primeras 21 jornadas ligueras. De haber sido la primera vuelta de campeonato como la segunda, el Nàstic podría haber peleado por entrar en los playoff de ascenso a la Primera División por segundo año consecutivo. 

Fuerte ante los grandes

Y es que el Nàstic se ha vuelto un equipo mucho más maduro y tremendamente pragmático. Ha sacado tres puntos en muchos encuentros donde la sombra del empate sobrevolaba con fuerza. Además, ha vencido a algunos de los equipos de la zona noble de la tabla. De hecho, en los dos últimos encuentros en casa ha pasado por encima de Oviedo y Girona. El primero tiene opciones de jugar la promoción de ascenso y el segundo certificó la pasada jornada su ascenso a la Primera División después de empatar a cero ante el Zaragoza en Montilivi. Además, el Nàstic ha logrado victorias de gran prestigio en escenarios como La Romareda, El José Zorrilla o el Heliodoro Rodríguez López, feudo en el que sólo han logrado sacar los tres puntos el Reus y el club grana. 

No obstante, el Nàstic afrontará la última jornada sin tener todavía atada la permanencia. El hecho de no haber ganado algunos de los duelos directos ante muchos de los rivales de la zona de abajo ha provocado esta situación. Elche, Almería y Alcorcón se marcharon del Nou Estadi con puntos desesperantes en su botín. Tan sólo el Mirandés se fue de vacío del feudo grana en una de las mejores actuaciones del equipo esta temporada. 

Para el optismismo está la irrupción de Nano Rivas, quien le ha dado el empujón final que le faltaba al equipo. En las últimas jornadas, el conjunto grana parecía bloqueado, como si la presión le estuviera pudiendo. El encuentro ante el Rayo fue la gota que colmó el vaso y que provocó la destitución de Juan Merino. Sin embargo, el técnico de Ciudad Real ha logrado destensar al equipo y sacar a relucir su versión más incisiva y eficaz. Para ello, figuras como la Uche, Juan Delgado o Madinda han emergido del ostracismo con una decisión extrema. Oteando el pasado más reciente, resulta complicado pensar que el Nàstic no vaya a rematar la faena este sábado en el Nou Estadi.  Sólo queda un último paso para hacer efectiva la gran segunda vuelta de los granas.