Va la vencida para el Gandesa

Son tres años los que suma la actual junta directiva del CF Gandesa, cuyo objetivo al tomar el relevo era continuar con la tradición futbolística en la localidad, y ha conseguido ya mucho más de lo que se propuso entonces. Las dos primeras temporadas de esta nueva junta colocaron al club en la zona alta de la tabla, pero está siendo en esta campaña en la que el equipo está rompiendo todos los moldes: es actualmente el líder en solitario de su grupo en Segunda Catalana con siete puntos de margen respecto a sus competidores. Seguimos de cerca su evolución en una temporada en la que podemos ver cómo un municipio de 3.000 habitantes hace de su equipo un equipo de Primera. 

Son doce puntos y cinco posiciones en la tabla los que separan al actual Gandesa del que compitió el año pasado a estas alturas de la temporada. La mejoría es evidente, pero no se ha debido a una reestructuración de la plantilla, como nos explica Marc Fornós, secretario de la entidad: «Solo hemos tenido dos incorporaciones en defensa. Ha llegado José Ramon Torres, que durante años ha sido capitán en el Ascó, y Aleix Cuenca, que ya había jugado antes con nosotros». Y, aunque no se trata de un cambio drástico, sí se ha visto reflejado sobre el terreno de juego: el CF Gandesa es el menos goleado de la clasificación, con solo quince goles encajados.

Otra de las novedades esta temporada ha sido el regreso de Guillermo Camarero, que ya fue entrenador de la entidad hace dos temporadas: «Con él conseguimos 69 puntos, el que es hasta ahora el récord para el club, y ahora ha vuelto al Gandesa tras un año entrenando a la Rapitenca», cuenta Marc Fornós. «Evidentemente un entrenador no lo es todo, pero sin duda se ha notado su vuelta. Da mucha confianza a los jugadores, y su perfeccionismo permite que todo esté milimetrado durante los partidos».

Y al sistema milimétrico de Camarero se le suma la solidez de una plantilla que no se ha doblado ante las adversidades: la lesión de uno de sus mejores jugadores y referencia ofensiva, Francisco Javier Dilla, que se perdió seis encuentros, no impidió al CF Gandesa seguir sumando y mantenerse así en la primera posición de la tabla. «El bloque de jugadores que tenemos y su trabajo en equipo son los que permiten estas cosas», explica Fornós. «Nueve de los componentes de la plantilla son del pueblo, seis de ellos titulares, y esa buena sintonía se acaba viendo cuando juegan. Al final, es una piña tanto dentro como fuera del campo».

Esta piña acumula hitos a medida que avanza la campaña: invicto en más de la mitad de sus enfrentamientos, con contundentes goleadas frente a rivales directos y una racha de nueve encuentros en los que solamente han dejado escapar dos puntos. Sea su intratable estado de forma o el ambiente del vestuario que se traslada al césped, hay una cosa clara: si hay un Gandesa capaz de buscar el ascenso, es el de este año. 

Más cerca que nunca 
Lo que los azulgranas están logrando este año es histórico: es lo más cerca que han estado nunca de Primera Catalana, y por lo tanto tienen por delante una oportunidad única. Para ascender, sin embargo, no solamente hace falta sumar puntos: «No esperábamos para nada estar tan arriba, pero lo entiendes cuando ves el esfuerzo de los jugadores y las ganas que tienen cada vez que salen al campo», cuenta Marc Fornós. «Es por eso que estamos centrados en tratar de acabar lo más arriba posible en la clasificación, pero para pensar en el ascenso hacen falta muchas otras cosas. Primera es muy exigente económicamente, en fichas, en desplazamientos… Es algo que si, en el caso de encontrarnos en esa situación, plantearemos a nuestros socios, al Ayuntamiento y a los jugadores»