Víctor Lapeña, mejor entrenador de la Euroliga femenina FIBA

El técnico del Fenerbahce femenino, afincado en La Pineda, ha sido elegido como el mejor entrenador de la máxima competición continental

24 abril 2020 20:10 | Actualizado a 27 abril 2020 14:52
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No hay ninguna duda. El técnico del Fenerbahce Oznur Kablo Víctor Lapeña (45 años, Zaragoza) es el mejor entrenador de la Euroliga femenina FIBA 2019/20. El preparador aragonés, que desde hace más de una década vive en La Pineda donde ha echado raíces, ha ganado la votación en las tres encuestas realizadas: aficionados, medios de comunicación y técnicos. Una triple victoria que le hace indiscutible ganador del premio al mejor entrenador de la máxima competición continental.

«Es ilusionante que te reconozcan tanto los seguidores del baloncesto como los periodistas y tus propios compañeros. Es un premio individual pero que engloba a muchas otras personas. Mis jugadoras, el cuerpo técnico, la General Manager, las personas que confiaron en mí para este proyecto, y mi mujer Ester. Todos son partícipes de la distinción», explica Lapeña.

El dominio de su Fenerbahce Oznur Kablo ha sido total. Tanto en el torneo europeo como en las competiciones domésticas. En la Euroliga Femenina FIBA finalizó la fase de grupos en primer lugar con un balance de 11 victorias y 3 derrotas y se había adjudicado el primer encuentro de la ronda de cuartos de final ante el Bourges Basket (84-75), poniendo un pie y medio en la Final Four.

A nivel doméstico, en solo unos meses en Turquía ha levantado la Copa y la Copa Presidente con un baloncesto abrumador y lidera la liga KBSL Women con una victoria sobre su inmediato perseguidor, el eterno rival Galatasaray. Resultados que evidencian la extraordinaria evolución de Víctor Lapeña fuera de España. En nuestro país acumulaba hazañas en varios clubes entre los que destacan los títulos de Liga, Copa y Supercopa con el Perfumerías Avenida (2013/14). Y otras que aunque no figuren en vitrinas tienen un valor incalculable como la histórica temporada con el Mann-Filter Zaragoza en 2018. Semifinales de la Liga Femenina y de la Copa de la Reina, cayendo en ambas frente al Girona. También era reconocido como el escudero ideal de Lucas Mondelo en la etapa más exitosa de la selección española de baloncesto femenino.

La ambición le llevó a buscar en Europa metas más atractivas. Como la del Nadezhda de Oremburgo (Rusia), el tercer club por presupuesto del campeonato ruso, al que guio a la conquista de la Eurocup FIBA.

Rusia fue solo la antesala de una proyección que vaticinaba mejoras próximas. El Fenerbahce se anticipó y puso sus ojos en el aragonés. Dirigir a uno de los clubes más poderosos de Turquía supone también «una enorme responsabilidad», cuenta Lapeña. Por un lado por la pasión con la que la afición vive el deporte en Turquía y después por la calidad del plantel: «Hay jugadoras que son estrellas del baloncesto -como la alero ucraniana Alina Iagupova o Laura Nicholls que le siguió de Rusia a Estambul- y otras que lo serán en un futuro próximo y hay que saber gestionar ese talento, al tiempo que cumples con los elevados objetivos del club». La receta del técnico afincado en La Pineda para encarar y cumplir con las expectativas es «rodearse de buenas personas y grandes profesionales como Nacho García», su ayudante.

Regreso a La Pineda

Víctor Lapeña vivió la eclosión de la pandemia del Covid-19 en Turquía. El coronavirus hacía estragos en España mientras el Fenerbahce todavía tenía que disputar el primer partido de cuartos de final de la Euroliga y un encuentro de liga, que se jugó sin público. «Fue muy raro entrar en una cancha vacía. Las jugadoras estaban nerviosas», cuenta el técnico. La alero italiana Celia Zandalisini era de las que peor lo llevaba por las noticias que llegaban del país. Lo mismo que la española Laura Nicholls o el propio Lapeña nerviosos por el estado de alarma que acababa de decretar el Gobierno de Pedro Sánchez. En los días siguientes la Euroliga suspendió la competición y poco después lo hizo la liga turca. El aragonés tuvo el tiempo justo de coger un billete en el último vuelo comercial de Turkish Airlanes de Estambul hacia Barcelona. «Ver el aeropuerto de El Prat casi vació fue impactante», recuerda. Un taxi le llevó a La Pineda para reunirse con su mujer y sus tres hijos.

Desde Tarragona espera noticias. La liga turca decidirá el futuro de la competición doméstica la próxima semana aunque todo apunta a un final del campeonato ante la imposibilidad de muchos integrantes de los equipos de regresar a Turquía. El país vive de manera particular la lucha contra el Covid-19 con confinamientos parciales. Las cifras registran 104.912 casos y 2.600 fallecidos.

La Euroliga, por su parte, ha anunciado que jugará lo que resta en una final a Ocho en octubre. Lo más difícil de imaginar es la disputa de la competición a puerta cerrada. «Nosotros estamos para ocupar el tiempo de ocio de la gente. Nos encanta nuestro trabajo pero lo hacemos por el aficionado, jugar sin público no tiene sentido, aunque debemos adaptarnos a la situación excepcional que hay». Una nueva realidad a la que todos deberemos adaptarnos.

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