Victoria de alivio (Nàstic 1-0 Villarreal B)

El Nàstic supera al líder, Villarreal B, con un gol de Pablo en un encuentro en el que los granas recobraron su seguridad defensiva y el acierto de cara a puerta

12 diciembre 2021 14:25 | Actualizado a 13 diciembre 2021 06:05
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El Nàstic recuperó la sonrisa en su querido Nou Estadi y también cierta normalidad. La que dice que si completas un partido más o menos correcto, como mínimo no vas a perder. Si luego consigues reparas tu problema en las áreas, pues el resultado generalmente cae de tu lado.

El partido antre el Villarreal B fu similar al del Atlético Baleares. Defensivamente estuvo bien controlado, pese a la enorme calidad de los jóvenes ‘groguets’ y las fases de dominio visitante. A excepción de un poste y un remate desviado a la salida de un córner, todo lo que le llegó a Manu García fue relativamente fácil de controlar para el portero. No hubo errores y el Nàstic consiguió mantener su portería a cero.

La faceta en la que sí hubo más diferencia fue en la efectividad. La primera oportunidad que se le presentó a Pablo Fernández la puso en la red. Botó el saque de esquina Joan Oriol y el asturiano remató de primeras para dar la victoria al cuadro grana después de seis jornadas de sequía ganadora.

Agné cumplió con los pronósticos y recuperó el rombo en el medio del campo. Ribelles ocupaba el pivote defensivo; Fullana y Del Campo, de interiores; y Jannick en el carril del ‘10’. Pero Miguel Álvarez, entrenador del Villarreal B y un técnico de extensos conocimientos, no se dejó sorprender. Previendo la sobrepoblación del Nàstic en la zona ancha, subió la apuesta y aportó un dibujo con mayor presencia aún de futbolistas en la medular. A igual números el talento decanta la batalla y el Villarreal B destila calidad por todos sus poros. Los mirlos del filial groguet tomaron los mandos del partido. Lo decía el entrenador en la previa, que su equipo necesita mucha pelota para sentirse cómodo. En ataque y también para defenderse. Una consigna que cumplían en su estadio y que Álvarez quería que también lo hicieran fuera. Para empezar en el Nou Estadi donde asumieron la posesión en los primeros minutos con un ritmo velocísimo que al Nàstic le costaba seguir. Solo la falta de precisión en el pase final o la descoordinación en los últimos metros evitaron que los visitantes tuvieran ocasiones claras en los primeros minutos.

Mientras trataban de frenar al Villarreal B, Fullana y Del Campo rastreaban el campo a la caza de una posesión larga que diera algo de calma. Antes de que el partido se convirtiera en un suplicio. Lo consiguieron por momentos en los que arremetieron contra la portería visitante. La posición de Jannick permitía combinaciones rápidas, paredes al primer toque de esas que nadie mejor que Carbia entiende y ejecuta. Sin compañero alto a su lado que pugnara por los balones aéreos, le tocó al delantero tarraconense faenar en ello. Y ganando algunos duelos a los centrales groguets incluso con molestias físicas. Porque a la media hora ya se le veía que arrastraba algún problema. Aguantó hasta el descanso como pudo. Sin bajar la guardia y hasta teniendo una ocasión que de estar bien físicamente hubiera acabado en la red.

El Villarreal B no solo tiene peligro con posesiones elaboradas. A la corta también. Sobre todo cuando cuenta con un futbolista como Arana. Un atacante que ya ha debutado en la élite de la que no tardará en convertirse en asiduo. Sus movimientos, desmarques o la capacidad de maniobrar su gran físico son atributos que le atisban una carrera productiva. El canario desafió a Quintanilla en un contragolpe. Le picó en velocidad, superándole, y después lo secó con un recorte dentro del área. Culminó la acción con tiro potente que Manu bloqueó con los brazos.  

La primera parte murió casi de sorpresa. Pasaban tan pocas cosas y todo era tan comedido que el pitido del árbitro cogió a los espectadores en medio bostezo.

En ese transitar somnoliento seguía el partido en el segundo acto cuando llegó el gol de Pablo Fernández. En acción a balón parado, que es como se solucionan los partidos tan equilibrados. La colgó Joan Oriol bien bombeada para que el ‘Faro de Candás’ cogiera posición y aprovechara su altura para superar a los defensores. Los centros son el punto débil del Villarreal B, uno de los pocos, y el Nàstic supo sacar rédito.

Intentó reaccionar el Villarreal B. Primero desde el banquillo con un triple cambio y luego en el verde. Jackson, otro de los futbolistas más destacados de la plantilla groguet mandaba la pelota al palo. Los visitantes, obligados, arriesgaban más, aunque siempre acababan tirando de Arana. El ‘9’ del minisubmarino seguía retando a Quintanilla a la carrera. El vasco le aguantó más de una, pero en el minuto 80 el atacante le sacó la segunda amarilla y la consecuente expulsión. Ni con superioridad numérica el Villarreal B consiguió peligro alguno. Estuvo más cerca el 2-0, con ocasiones de Simón y de Fullana, que el 1-1.

El pitido final llegó como un respiro de alivio para todos. El técnico que veía su futuro amenazado, la directiva con la Junta a la vuelta de la esquina y el público que ve a su Nàstic más cerca de lo que debería ser que de lo que amenazaba en las últimas semanas.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Manu García, Albarrán, Ribelles, Carbia (Pablo F. 46’), Del Campo (Bonilla, 90’), Fullana, Quintanilla, Aythami, R. Simón (Pol Prats, 88’), Joan Oriol y Jannick (Trilles, 83’).

Villarreal B. Iker, Leal (Jackson, 66’), De la Fuente, Del Moral (Collado, 89’), Arana, Carlo Adriano (Cabrera, 66’), Ahn (Forés, 66’), Pascual (Iosifov, 84’), Esmoris, Pablo iñíguez y Lozano.

Gol. 1-0, Pablo F. (58’).

Árbitro. Sergio Pérez Muley (madrileño). Amonestó a Jannick, Aythami, de los locales y a De la Fuente, Carlos Adriano y Jackson, de los visitantes. Expulsó a Quintanilla por doble amarilla.

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