Vítor Silva (CF Reus): Regresso do fantasista

El portugués Vítor Silva volvió a deleitar al Estadi con media hora de privilegio ante el Lugo, después de superar una lesión que le había impedido estrenarse en el campeonato

19 mayo 2017 17:40 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:33
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Vítor Silva (Penafiel, 1984) ha transformado en rutina los suspiros de admiración del Estadi. Los provoca con una sencillez insultante, con susurros en voz baja. El rostro no sufre ni siquiera alteraciones. Su computadora cerebral trabaja con antelación a los acontecimientos, sus pies endulzan los ingredientes. Sólo con una acaricia balompédica, con un control gourmet, paraliza sentidos. Magia de barrio, de atardeceres interminables y pachangas con los amiguetes de la finca.

La rodilla le obligó a parar en la pre-época. Le generaba dolores de cabeza y descargas insoportables tanta molestia. Vítor prefirió la salud a los domingos de pinchazos con anestesia. Los hinchas añoraban ese trote silencioso para no despertar a los niños, sus conducciones elegantes. A veces, en lugar de exhibir la Kappa, parece que juegue con el Dolce&Gabbana.

El enganche portugués compareció por las entrañas del templo el sábado. Eligió la visita del Lugo para aposentarse a la vera del jefe, Natxo González, y lucir esa media sonrisa de defensor de la libertad. El míster le ofreció media horita con el Reus medio atascado. Con nudos en la garganta ante la voracidad gallega procedente de Lugo. No fue un problema para Vítor. Se reencontró con el pasto bajo discreción tímida. La pelota decidió que en sus pies iba a descansar con agrado y se dirigió a él. Vítor la agarró en tres apariciones consecutivas repletas de pausa y coherencia. Respiró el Reus y retrocedió el enemigo. No se olvidó del tendido. Habilitó la carrera explosiva de Jorge con un servicio majestuoso con melodía. Fue el ‘ohhh’ procedente del paladar del gentío.

La obra ante el Racing

Recordó aquel control estratosférico del ascenso. El germen del 1-0 ante el Racing, también en la casa del Polígon Agro Reus. Desde entonces, el portugués no había conectado el amplificador para interpretar un solo de Slash y alborotar sentimientos. Se sube a la furgoneta con el Reus instalado en el confort de un crucero por el Mediterráneo. Natxo se frota las manos. La pizarra abre el abanico.

El mediapunta cumple el tercero de EGB con el Reus y se convirtió en básico en la gesta pionera del ascenso. Como experto integrante del lujo, va camino de mantener estatus en la vida profesional de la Segunda A.En sus tres cursos, acumula 61 apariciones domésticas, con seis goles y un manual de culto en la nómina de méritos.

Existen cero sospechas entorno a la categoría de un cabeza de cartel con fundamentos técnicos elegidos. A Vítor se le espera en el terreno físico. Cuándo la carrocería alcanzará la plenitud. La espera al retorno del mago se hizo más amena con esas horas de parque y ternura con sus dos hijas, Carolina y la recién llegada Inés. En el fútbol, Silva «escriví seu nome no vento».

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