Vítor vuelve para impulsar al Reus

El Reus vuelve a casa encantado. Se siente feliz arropado por el Estadi, conoce las medidas del pasillo y del salón de estar al milímetro. De local palpa la seguridad. Los chicos de Garai se enfrentan a otro desafío de máximo nivel. Llega el Cádiz, un proyecto fascinante, con una idea distinta a la rojinegra, pero que se ha consolidado entre la aristocracia del campeonato. El Cádiz aspira a Primera División. No se trata de un secreto. Es una realidad como un templo.

Dispone el Cádiz de dos flechas que ocupan los costados. Dos jugadores ofensivos descomunales, diferenciales. Se trata de Salvi y Álvaro, dos tipos pequeñitos pero supersónicos. No se han cansado de generar desequilibrios durante el curso. Son carne de Primera División. El Reus ya conoce sus peligros. En realidad, cualquier ser humano los conoce. Misteriosamente nadie los ha podido atajar.

Garai conoce perfectamente las virtudes del Cádiz, que desarmó al Reus en el primer tiempo del partido de ida. Fue un huracán, un enemigo más amigo del vértigo que de la pausa. Agita los partidos y si dispone de espacios para correr, resulta una utopía detenerle. El técnico del Reus avisa. “ Todo el mundo sabe cómo juega el Cádiz, pero pararle es muy difícil. En la ida el planteamiento me salió mal”.

El entrenador vasco considera que, a pesar de las dos derrotas consecutivas lejos de Reus, en Valladolid y Gijón, el equipo ha ofrecido un buen nivel. El cómo ha reforzado el plan, a pesar de no sumar puntos. “Nos gusta ganar y creemos que, sobre todo en Gijón, hicimos méritos para sumar. Nuestra intención pasa por mantener ese nivel y no cometer errores puntuales que nos pasaron factura en las dos salidas. Si seguimos jugando así, el fútbol nos premiará pronto”. El Reus sufrió dos derrotas consecutivas por primera vez esta temporada en las dos últimas fechas.

Garai ha convocado a todos los disponibles dos horas antes en el Estadi. Se quedan fuera Ricardo, Migue y Querol, los tres por lesión. Regresan Borja y también Vítor Silva, que podría figurar en el once de partida, después de cumplir sanción en El Molinón, hace justo siete días. En las botas del portugués se encuentran las esperanzas rojinegras, sobre todo en la elaboración del juego de ataque, donde Vítor da soluciones constantes.

El partido va a contar con un buen ambiente en el Estadi. Se ha confirmado la presencia de más de un centenar de aficionados del Cádiz, procedentes de las peñas que el club andaluz posee en Catalunya. De hecho se ha organizado un comida de hermandad entre los adeptos de los dos equipos horas antes de la cita. La presencia del Cádiz siempre es motivo de buen humor y rivalidad sana. Sobre el césped, eso sí, habrá muchísimo en juego. Por un lado, el afán del Reus por confirmar su permanencia en Segunda. Por otro, el asalto del Cádiz a Primera.