Voleibol: Carles Mora crece en alemán

El exjugador del SPiSP se clasificó ayer con el Lüneburg para la final de Copa en Alemania. Es titular y ha sido incluso MVP. Se ha adaptado a la perfección a la potente Bundesliga, mucho más física

19 mayo 2017 23:50 | Actualizado a 20 mayo 2017 21:44
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

Para el colocador tarraconense Carles Mora (24 años) su periplo en Alemania está siendo algo así como un doctorado en voleibol. Allí, en el emergente SVG Lüneburg, el club donde recaló este verano, vive en su piel la exigencia de una Liga potente; su caso es, salvando las distancias, una suerte de paralelismo con los que han tenido que emigrar al país teutón: la Superliga española, en decadencia, ofrecía pocas garantías a un talento ya consolidado como él, así que después de foguearse en la elite patria –Sant Pere i Sant Pau, Zaragoza, Ushuaïa Ibiza, CAI Teruel– el internacional absoluto por España decidió probar suerte en la Bundesliga.

A Carles ya le ha dado tiempo de integrarse, de volverse una pieza importante en el Lüneburg y de, incluso, aprender algo de alemán. Con su aportación, su escuadra está séptima en la competición doméstica y se ha colado en la gran final de la Copa alemana, todo un hito para un equipo que este año debutaba en la máxima categoría. El Lüneburg precisamente disputó ayer las semifinales contra el Düren y acabó venciendo por 3-2 en un encuentro muy disputado y obteniendo billete para la gran final.

 

‘Un sueño hecho realidad’

«Increíble victoria. ¡Un sueño hecho realidad!», escribió ayer él en su cuenta de twitter. Ahora les espera el Friedischafen, precisamente el líder de la Liga, con el que se jugarán el título el próximo 1 de marzo. «Aquí la competición es distinta. Es similar a la Copa del Rey en fútbol. Juegan también los clubes de las categorías inferiores. Nosotros hemos tenido que pasar tres rondas hasta llegar a la final», cuenta Mora instantes después de que su equipo lograra ayer la gesta. El tarraconense disputó todo el partido, como viene siendo habitual en esta campaña. «Al principio los dos colocadores estábamos muy igualados pero en los entrenamientos me fui ganando el puesto poco a poco», admite. Tampoco le costó la integración en el grupo. «Todo fue más rápido de lo previsto. También ayuda el hecho de que nos comuniquemos en inglés en el equipo. Hay jugadores de diferentes nacionalidades y para entendernos hablamos inglés, también con el entrenador, que es el segundo del seleccionador de Alemania. Eso lo hace todo más fácil, aunque estoy estudiando alemán y ya lo voy entendiendo».

 

‘Hay mucha más afición’

En Lüneburg disfruta de un club sólido y en crecimiento. «No está entre los que más recursos tiene de toda la Liga pero sabe gestionar muy bien lo que tiene», apunta. Y señala más diferencias: «En Teruel, por ejemplo, había muchísima exigencia. Cuando tenías una lesión había mucha más prisa por acortar los tiempos y recuperarte, por elegir siempre la intervención que durara menos. Esto aquí es distinto».

También ha notado el cambio en la competición. «Esto, comparado con España, es otro mundo. Hay muchísima más afición. Nuestro pabellón siempre está lleno y eso ayuda mucho. Hay mucho ambiente. Los clubes tienen todos una estructura muy profesional». En ese aprendizaje como jugador, también se ha visto obligado a progresar en el aspecto físico. «En España yo podía ser considerado un jugador alto –mide 1,96– pero aquí cualquiera puede tener esa altura, hay mucha más presencia física. Eso hace que facetas como el bloqueo me estén costando más, pero estoy contento. Estoy cumpliendo con creces todos los objetivos que me había marcado», confiesa.

 

Dos veces MVP de la jornada

Carles continúa quemando etapas en su imparable progresión en el extranjero:puntal de su equipo, ya le ha dado tiempo de ser elegido MVPen dos jornadas de la Bundesliga, un éxito que en su carrera en España se convirtió en algo relativamente frecuente para él.

A nivel personal, Carles ya se ha amoldado a su nuevo hogar, Lüneburg, una ciudad al norte del país que, como Tarragona, tiene un tamaño medio que la hace cómoda y manejable –ronda los 70.000 habitantes–. «En la adaptación influye también el hecho de haber venido con mi pareja. Te encuentras más arropado y más protegido, no estás tan solo. Eso facilita las cosas», explica.

Mora ha pasado unos días de vacaciones navideñas en su Tarragona natal antes de volver a tierras germanas. En este parón, el jugador aprovechó para visitar a sus antiguos compañeros del Sant Pere i Sant Pau y entrenarse con ellos. El reencuentro con familia, amigos y viejos conocidos del mundo del voley ha sido revitalizador. Ayer lo volvió a demostrar con un nuevo triunfo. Mora no tiene techo y sigue creciendo, ahora en alemán.

Comentarios
Multimedia Diari